Desde que tengo uso de razón, he estado al lado de este gran afluente que baña gran parte de los territorios colombianos como lo es el gran majestuoso Río Magdalena, donde aprendí a nadar, y a defenderme en el agua, naciendo en la Laguna del Buey, en el departamento del Huila, y llegando a su desembocadura en Bocas de Cenizas, en el departamento del Atlántico, recorriendo más de 1.500 kilómetros, y pasando por 13 departamentos, todavía se tienen recuerdos de la geografía de primaría; pero hoy veo que este río, emblemático de los colombianos, está en una “muerte lenta”, lo cual lo está llevando a cuidados intensivos, y es que siendo coherentes, más analistas, y sensatos, cuando existió el Ministerio de Obras Públicas y Transportes MOPT, el cual desapareció, más bien se estructuró, pero para nada bien en el año de 1993, después de ese año, el río ha venido en decadencia, decadencia porque anteriormente este ministerio tenía unas Dragas Gigantescas, que se encargaban de canalizar su cauce, y hacer trabajos que duraban, solo se sufría por navegabilidad para las embarcaciones mayores-Remolcadores, en los meses de noviembre, diciembre, enero, y febrero, sin embargo, navegaban, pero hoy tenemos una entidad llamada CORMAGDALENA, que se ha convertido en la vigilante del río, en la mamá de esta arteria fluvial, y lo está dejando morir, uno ve maquinas sacando arena y material del río, de un lado a otro, haciendo trabajos momentáneos de solo un fin de semana, porque después vuelve su sedimentación, por Dios, ¿Qué tenemos que hacer los colombianos para que nuestro río Magdalena no muera?. No ha habido gobierno de turno que se interese por el río. Actualmente hay municipios en Colombia, que perdieron la navegabilidad completa, ejemplo tácito: Cantagallo Bolívar, en la época de los 80, 90, era todo un espectáculo ver los remolcadores pasar frente de nuestro pueblo, esas grandes barcazas transportar. Cemento, Combustóleo, Ganado, pero gracias a esas obras de mal planificación cuando por allá en el 2014-2015, frente al municipio de Puerto Wilches, Santander, buscando la navegabilidad, en esta parte de Santander, se realizaron unas obras de dragado, echando toda la sedimentación, arenas, al cauce que bañaba Cantagallo, borrando por completo la entrada y salida del Río Magdalena por nuestro municipio, y el administrador de turno de su momento, no dimensionó todo el daño que causaría esa obra para nuestro pueblo. Todo un suplicio se vive en el verano, y hasta en invierno, porque no se tiene navegabilidad, yo le hago un llamado al gobierno nacional, a que le ponga los ojos al Río Magdalena, y a Cantagallo para que tenga de nuevo navegabilidad, así como en sus políticas públicas, está la reactivación férrea, que no vaya a dejar morir a este emblema de nuestro país.
El río Magdalena y su lenta muerte frente a todos...
Río Magdalena: todo un suplicio se vive en el verano y hasta en invierno, porque no se tiene navegabilidad. Este es un llamado al Gobierno para que le ponga los ojos
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.