El Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó abrió incidente de desacato contra alcaldía de Quibdó, Codechocó y EPQ por incumplimiento de acción popular por la conservación del río Cabí y el manejo de aguas residuales cerca de la bocatoma del acueducto
El Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó, mediante el auto interlocutorio no. 3 del 14 de enero de 2019, proferido por la magistrada Norma Moreno Mosquera, dispuso aperturar incidente de desacato por el no cumplimiento de la sentencia no 111 del 01 de diciembre de 2005, derivada de una acción popular interpuesta por la Fundación Beteguma y que pretendía se tomaran medidas contundentes que detuvieran el deterioro ambiental y contaminación de la cuenca del río Cabí, fuente abastecedora del acueducto de Quibdó.
Esta acción popular pionera en la defensa de los intereses colectivos y del ambiente en el Chocó, mucho antes que la sentencia T - 622 del río Atrato, desafortunadamente no fue acatada y las instituciones responsables dilataron su cumplimento y no priorizaron en sus inversiones la intervención de soluciones hidráulicas para los focos de vertimiento directo en el área urbana de la cuenca, ni se implementaron los planes de manejo y ordenamiento que frenaran la situación de deterioro.
Por ello 14 años después, ante la burla a la justicia y al derecho a la comunidad quibdoseña a un ambiente sano en esta cuenca cada vez más deteriorada e intervenida, el abogado de la Fundación Beteguma, Rafael Ramírez Restrepo, solicitó en octubre del 2017 el desarchivo del proceso, que se había ordenado desde septiembre del 2012, cuando en auto interlocutorio No 332 del 26 de julio se absolvió al municipio de Quibdó y al gerente de las Empresas Públicas de Quibdó EPQ ante el incumplimiento del pacto de compromiso y de seguimiento al mismo.
La solicitud de la organización ambiental en reabrir incidente de desacato se sustenta en que persisten los problemas denunciados, particularmente el vertimiento del alcantarillado de un sector del barrio la Playita en la quebrada el Tajo a escasos 100 metros de la bocatoma del acueducto, la actividad minera ilegal, vertimientos de combustibles, contaminación ambiental urbana, arrojo de basuras y la falta de implementación de un plan de manejo ambiental a pesar de haberse realizado y haber sido entregado por la Fundación Beteguma a las autoridades municipales y ambientales que hoy se encuentran
Tendrán que responder por esta situación el actual alcalde municipal de Quibdó, Isaías Chalá Ibarguen; el director de la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó), Teófilo Cuesta Borja; el presidente de Aguas Nacionales EPM S.A E.S.P. Henry Parra Molina; gerente general de las Empresas Públicas de Medellín E.S.P. (EPM) y el gerente liquidador de las Empresas Públicas de Quibdó, Roberto Carlos Angulo”. Sólo la Procuraduría Ambiental y Agraria en su condición de miembros del comité de verificación del fallo emitido en este proceso, hizo su trabajo y a pesar de los múltiples llamados, reuniones y comités, no fue posible una intervención efectiva que minimizara los impactos señalados, a pesar de que se han venido haciendo millonarias inversiones en saneamiento básico y manejo y protección de cuencas.
La sentencia a la acción popular del río Cabí
El Tribunal al amparar los derechos al goce de un ambiente sano y a la restauración y preservación del medio ambiente, la seguridad y salubridad pública y acceso a una infraestructura de servicios públicos, ordena al alcalde de Quibdó y al gerente de las Empresas Públicas Municipales (Hoy Aguas del Atrato ) , que a más tardar dentro de los dos meses siguientes a la notificación del fallo ( dic de 2005) , inicie las gestiones administrativas y financieras de modo que en un tiempo razonable, que en ningún caso podrá exceder el periodo del actual administración municipal de John Jairo Mosquera Navarro (alcalde de ese entonces), implemente un plan de tratamiento de aguas residuales para que estas no lleguen a la bocatoma del acueducto de Quibdó y de manera particular evitar el descargue de aguas residuales del alcantarillado del barrio La Playita a la quebrada el Tajo, donde por problemas técnicos en la construcción del alcantarillado la tubería no empalmó a nivel de la conexión de descargue hacia barrio el niño Jesús .
Ante el crecimiento urbano de este sector en el cual está inmerso la bocatoma de manera sabia el Tribunal acoge la propuesta de los demandantes de ordenar la construcción de una nueva bocatoma, un kilómetro arriba del puente de Cabí, fuera ya del perímetro urbano, donde es mejor la calidad de la fuente.
Este sentencia sin precedentes en la historia ambiental urbana de esta capital ordenó a la administración municipal de Quibdó colocar en marcha en el menor tiempo posible las obras programadas de acueducto y alcantarillado que cubren las zonas del área urbana del río Cabí hasta el Puente de Cabí, sobre la vía a Istmina, donde habitan en doce barrios más de 18 mil personas, que un poblamiento desordenado y sin servicios básicos, amenazan esta arteria fluvial a convertirse en una cloaca.
El Tribunal Superior de Quibdó en acatamiento de la demanda ordena a la alcaldía de Quibdó que deberá elaborar en un plazo de 12 meses un plan parcial de recuperación de la cuenca del río Cabí, tal y como lo ordena el Plan de Ordenamiento Territorial de Quibdó aprobado desde octubre de 1992.
De igual manera se ordena a Codechocó hacer un mayor seguimiento y control a la actividad minera en la cuenca y formular en asocio con la alcaldía y las empresas públicas de Quibdó un plan de manejo de los residuos sólidos y líquidos y ejecuten las acciones sanitarias y de descontaminación que se requieran para evitar riesgos a la salud de los habitantes, hasta cuando funcione eficazmente el sistema de tratamiento residual de aguas residuales.
Un fallo que se convierte en burla
Según el informe técnico que acopió el Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó y lo que podido constatar sobre el terreno la Fundación Beteguma, hasta la fecha y 14 años después, no hay ninguna obra física construida por parte de las empresas de servicios públicos, ni por parte de la administración municipal , en lo concerniente a la implementación de un plan de tratamiento de aguas residuales provenientes del sector la Playita, para evitar que estas lleguen sin ningún tratamiento a la bocatoma del acueducto de Quibdó.
De igual manera no se ha retirado, ni conectado las tuberías de descarga de aguas residuales provenientes del sector la Playita-Quebrada el Tajo, sector este que requiere para su solución la construcción del alcantarillado.
A nivel minero tampoco se ha cumplido el fallo del tribunal, pues persisten la actividad minera ilegal, cada vez mas intensificada, a pesar de la resolución 3-2092 de octubre de 1992,por la cual el Ministerio de Minas señala esta cuenca como zona restringida por ser la fuente abastecedora del municipio de Quibdó.
Según Rafael Ramírez Restrepo, abogado ambientalista de la ONG Ambiental Beteguma “La desidia tanto de las autoridades judiciales, como de las mismas instituciones responsables en este caso la Alcaldía de Quibdó, Aguas del Atrato y el propio Codechocó, vienen permitiendo el deterioro paulatino de la calidad del agua de esta cuenca y la disminución del caudal por toda la problemática ambiental que enfrenta el río , donde brilla la falta de control por las autoridades ambientales y municipales que si bien han realizan operativos ,a los 8 días persiste la actividad ilegal ante la falta de control y monitoreo permanente.
Ante esta situación el propio procurador Ambiental Guillermo Ricard Parea solicitó al tribunal iniciar el incidente de desacato respectivo, tal y como lo ha solicitado la misma Fundación Beteguma, quien desde hace varios años realizó y entregó el Plan de Manejo Ambiental del río Cabí, que continúa si ser asumido, ni adoptado por parte de Codechocó, mucho menos implementado, en un caso de negligencia e incompetencia sin precedentes, buscando descalificar y desconocer el trabajo de la organización de la sociedad civil, en la cual las propias instituciones en su momento participaron.
“Si esto ocurre con el río Cabí, una de las cuencas abastecedoras más importantes del Chocó, frente a la vista de todos, que podemos esperar en otras cuencas y ríos más remotos y grandes como el Atrato” señaló decepcionado el representante legal de la Fundación Beteguma.
Los guardianes del río Cabí
Desde noviembre de 1998 cuando un grupo de amigos ambientalistas que crearon la Fundación Beteguma realizaron la primera expedición ambiental de varios días a las cuatro comunidades y luego de recorrer su geografía, selvas, afluentes principales, de realizar estudios ambientales acompañados de otras instituciones, no han cesado de trabajar por la protección y conservación de esta cuenca vital que es el río Cabí, que apadrinaron y a quien denominaron madre de aguas.
Beteguma lleva el nombre de uno de esas quebradas cristalinas del río Cabí, a su llegada a desembocar al río Atrato en Quibdó y se crea como una iniciativa que realizan un grupo de amigos de diferentes disciplinas y saberes cuya reflexión se cifró en la preocupación por el deterioro progresivo del medio ambiente a nivel mundial y particularmente en el Chocó, nuestro laboratorio de aprendizaje; dicha reflexión nos empujó a tratar de velar por la nueva actitud del hombre frente a la naturaleza como fuente de vida .
Y han sido muchas las acciones , recorridos y hasta sobrevuelos que se consolidan en el 2006 con la formulación del primer y más completo Plan de Manejo Ambiental Participativo del río Cabí, con apoyo del Fondo para la Acción Ambiental y posteriormente con la realización de un plan parcial para buscar suspender la minería mecanizada ilegal en este río , donde desde el 2009 se realizan las primeras pruebas de mercurio en peces para tratar de confirmar su y presencia y valorar el riesgo para la salud ambiental.
Han acudido al cabildeo e incidencia visibilizando la problemática que no es ajena a otras comunidades urbanas, escritos en prensa, S.O.S. cartas, protestas ciudadanas, recorridos, actos culturales, educación ambiental y acciones jurídicas para buscar ser escuchados en su llamado de angustia ante la frialdad y falta de acciones coherentes y efectivas por las autoridades ausentes en el ejercicio de la autoridad ambiental.
Hoy ante la llegada del verano, el río ha desnudado su realidad y ya la empresa que opera el acueducto reconoce las dificultades que atraviesan para poder operar en la bocatoma y abastecerse de un río que ha disminuido su caudal y que está herido de muerte. Los quibdoseños reclaman como solución sea reubicada la bocatoma del acueducto, aguas arriba en la parte media del río o que se construya un nuevo y verdadero acueducto que opere por gravedad , para lo cual ya se han realizado varios estudios y ha sido un punto clave en las exigencias en los paros cívicos que en el Chocó se han realizado.
En la tierra del agua el gobierno nacional ha realizado millonarias inversiones para la infraestructura, tanques, redes, bombas y ampliación de cobertura en Quibdó en los últimos años, pero se olvidó de invertir en el cuidado del río, que hoy ya no da abasto.