Es una apuesta de futuro pensar en los destinos del Distrito de Riego de Marialabaja, pese a la recuperación que ha tenidos durante mas de 15 años, frente a una dirección comprometida a la cabeza de Carlos Murgas Guerrero quien devolvió la posibilidad de dar continuidad en la prestación del servicio de adecuación de tierras a usuarios del Distrito de Riego de Marialabaja, en la cual ejerció una legislación sin ningún tipo de discriminación.
El panorama al día de hoy es sombrío y poco alentador por cuanto las directrices que están enrumbando los destinos del Distrito de Riego de Marialabaja no son las más adecuadas para que se ajusten a la realidad del distrito y no hacen más que aceitar la pista al tren que lo llevara al desbarajuste o debacle total.
Lo ideal es desarrollar una serie acciones que conlleven hacia el planteamiento de verdaderos ajustes desde la reconformación de su junta directiva, que ya es hora de desmontar irónicamente el hecho de que los miembros que se han atornillado por mas de 15 años con el presunto argumento de ser los únicos y verdaderos dolientes del Distrito de Riego de Marialabaja.
Parece ser que la causa principal por la cual no se ha generado un verdadero desarrollo y crecimiento en términos del mejoramiento y recuperación absoluta de la infraestructura en todo su conjunto del Distrito de Riego, corresponde a la acentuación en la cultura del no pago por parte de los usuarios, y otras disposiciones de la junta directiva.
|Le puede interesar: ¿Quiénes están detrás de la disparada en las tarifas de energía en la Costa?
Hoy de manera mágica se está pensando en generar un proceso de privatización del Distrito de Riego de Marialabaja, bajo la premisa de que sería la solución ideal que garantizará la administración, operación y conservación del distrito a un ente que no cuenta con la experiencia e idoneidad en la administración de este tipo de proyectos por cuanto desarrollaran las mismas actividades que durante muchos años ha venido desarrollando Usomarialabaja, cuando a simple inspección es un negocio inviable para los proponentes ya que solo recibirán el 5 % sobre el valor total de los ingresos mensuales, partiendo de la base de que el presupuesto de ingresos de Usomarialabaja circunda los dos mil millones de pesos.
Esto significa que los proponentes recibirían 100 millones de pesos anualmente configurando un ingreso de 8 millones en promedio mensual, que obligaría a Usomarialabaja a ceder el manejo de recursos públicos, que sería pertinente entrar a evaluar si esta practica goza de constitucionalidad o legalidad ya que Usomarialabaja es un contratista de la Nación en el marco de la ley 41 de 1993.
A groso modo el papel de Usomarialabaja como contratista natural se vuelve superfluo y sin ningún tipo de participación en la operación del distrito de riego, lo que implica a largo plazo un incremento en el costo de las tarifas, para que de esta forma pueda ser un negocio rentable para el proponente y lastimosamente estaríamos replicando idéntica situación como la que actualmente los costeños estamos enfrentando frente a las tarifas del servicio de energía.
Solo podrán pagar el servicio de riego aquellos usuarios con gran capacidad de pago (sector palmicultor), los demás sectores estarían marginados sin posibilidad de hacer uso de los servicios del Distrito de Riego por cuanto resultarían demasiado costosos, tal es el caso de los cultivadores de arroz, plátano, yuca, frutales afectando en gran medida la seguridad alimentaria de la zona de influencia del Distrito de Riego.
A todo lo anterior le agregaríamos el desmejoramiento de la estabilidad laboral y deterioro de las condiciones salariales, la agudización de conflictos de tipo social.
De esta manera elevamos una voz de alerta al gobierno actual, sobre todo cuando se contempla la posibilidad de desarrollar una reforma agraria integral, por ende, impactaría la razón de ser de los mas de 700 Distritos de Riego de todo el territorio colombiano, que lo mas probable que en su contenido deberá prevalecer un cambio en la política de manejo y sostenibilidad de los distritos de riego.