En la consigna o eslogan de un candidato hay más información que en su propuesta de gobierno o en sus discursos macarrónicos.
Algunos de la ciudad y el departamento, me refiero a Cartagena y Bolívar, han dado a conocer lemas de una variedad de facturas, que van desde las encriptadas, pasando por las obvias, hasta llegar a aquellas que por su inclasificación retórica se merecen expresiones como “ni fu ni fa” (nasal); “ni baila ni da barato” (rítmica) o “ni chicha ni limonada” (gourmet).
El más sobresaliente es el “Rey de la propaganda mimética”, quien en cinco movimientos, que hacen honor a su apellido, ha revelado una nueva tendencia en el arte del juego político, que tiene confundido a los analistas y expertos.
Movimiento 1. Cree la imagen de unas manitos de colores con los cinco dedos estirados y llenos de pintura. Si es en camionetas cuatro por cuatro, mejor. Así todos pensarán que los papás, dueños de esas camionetas, promueven el arte en sus hijos.
Movimiento 2. Busque un equipo de pelota suave (softball, que llaman), que coincida con el apellido del candidato. Dedíquese a promocionar el juego de pelota, con gorras, carteles y sombreros. Cuando la autoridad electoral investigue, concluirá que todo ha sido una confusión, y el juego de pelota (no el candidato) saldrá robustecido.
Movimiento 3. Haga un eslogan que diga que es un hombre serio, que se-rió de todo lo que pasó con el equipo de pelota suave. La foto de campaña será de un candidato sonriente, con todos los incisivos y caninos al aire, como si se riera de sus ideas: se-rías. Revelará su habilidad mimética y demostrará que es un candidato con dientes.
Movimiento 4. Publique una mañana de domingo los resultados de una encuesta en un periódico local. Confunda al lector y dígale: “Así opina Cartagena”. En esa encuesta, el Rey de la propaganda mimética será el ganador. El periódico ayudará con el rótulo Publicidad en el extremo superior derecho de la página y así todos sabrán que alguien pagó, pero no quedará claro si fue un tercero, un cuarto o un quinto…
Movimiento 5. Imprima la misma encuesta del cuarto movimiento en una hoja tamaño carta (papel esmaltado) y repártala en barrios como San Fernando y Ternera. La gente que la reparte no debe tener ninguna identificación, ni del equipo de pelota suave ni de los papás de las manitos pintadas. Se hace pensar que es algún ciudadano que como El Universal apoya la democracia sin ningún tipo de interés económico.
Al rey de la propaganda mimética, le faltó coherencia en su frase de campaña. Los asesores debieron aprovechar la injusta relación que le hicieron con un equipo de softball, y crear algo próximo a nuestra cultura beisbolera: “En la alcaldía no seré pelota lenta, seré pelota rápida, pero siempre pelota”. O en “La alcaldía, juego siempre para doble play, porque me encanta la doble jugada”. Las agencias de publicidad están en su máximo desborde de creatividad.
La campaña a la gobernación de Dumek Turbay, que salió como toro bravo de las toldas del “Bolívar ganador” presenta una frase de una riqueza polisémica que revela al instante su tenor bipolar, ambiguo, que marca un estilo de gobierno exitoso, para no llamarlo neurótico.
El eslogan “Con seguridad, el cambio sigue”, pone al lector a reflexionar sobre el asunto. Se diría a primera vista que los problemas de seguridad en Bolívar son enormes, que como Bolívar perdió en seguridad (piensa el creativo), en la administración actual, en la de Dumek: ganará. Como resultado de ese triunfo habrá un cambio. Hasta ahí está perfecto, pero luego viene la palabra “sigue…”. ¿Qué quiere decir? Confunde y dispone al lector a pensar en una segunda lectura: Dumek está seguro, segurísimo, que ganará. Seguirán ganando, seguirán cambiando, trabajando, recuperando y otras formas de… ando.
Por ejemplo, pavimen…tando… la carretera Palenquito-Palenque. En su tramo inicial muestra un asfalto reluciente que parece un espejo negro, después pasa uno por un tramo sin pavimentar con enormes huecos y piedras calizas, coralinas, chinas… un sujeto apresurado pensará que es un obra inconclusa, nada de eso, el tramo quedó intacto para que historiadores, antropólogos, geólogos y turistas reconozcan los duros caminos hacia la libertad recorridos, siglos atrás, por Benkos Biojó. Un trabajo cuya conservación impecable respeta la historia patrimonial del lugar que hizo posible el “Bolívar ganador”.
La campaña de Manolo Duque tiene quizá el slogan más repetido en la historia de la política universal: Primero la gente. El problema no es saber qué será primero, es saber qué será Segundo… ¿la gente de los contratistas? qué será Tercero… ¿la gente de la coalición?; qué será Cuarto… ¿la gente de los amigos?, ¿Qué será Quinto…? Hasta aquí llega el asunto, porque de Quinto, Manolo no quiere saber nada…
Pregunto si Manolo leyó el libro Primero la gente, de los profesores Amartya Sem y Bernardo Klisberg, ojalá, porque entonces estaremos cerca de aplicar en la ciudad las nociones ligadas a la ética del desarrollo. Sí es así el slogan se salva, pero de eso no habla Manolo. La duda es enorme.
Luego vienen campañas a la alcaldía de Cartagena que centran su slogan en la seguridad. Seguro con Andrés (Bentancourt González) Con toda seguridad (Gina Benedetti) en las que se siente un tufillo de derecha por no decir uribista… para… aquí, en Gina es obvio. Fue pregonera del uribismo en Cartagena y Bolívar.
Apoyos a Andrés Betancourt se han escuchado de la voz de Pastor Jaramillo, quien habla de cuadrillas de reacción, porque en Cartagena y que hay barrios (eso dijo) que se distinguen por ciertos delitos, ¿se habrá leído el código penal recientemente? Uno se pregunta si en esas generalizaciones se configuran discursos como el ya anunciado “que habrá mano dura”. Se cuestiona sobre el color de esas manos (negras, azules, rojas, verdes…) usadas por doctrinas como la seguridad democrática o la defensa preventiva. ¡Qué miedo! Eso no tiene nada que ver con las manitos de Quinto.
Hay candidatos que tiran slogan como hashtag, #agua gratis, #Cartagena sin peajes, #Firme con el uno #Firme con el otro, que analizaremos en algún momento.
Por ahora, la creatividad de las agencias, comunicadores políticos, asesores y candidatos va en alza con alto nivel de verborrea diarreica… ¡fíjate tú, y la gente pendiente al candidato!
