Una "gota de agua" hace la fortuna de quien era desconocido fuera de China antes de introducir su famosa marca de agua de manantial en la Bolsa de Hong Kong, en septiembre pasado. A diferencia de Jack Ma, el famoso jefe de Alibaba, Zhong Shanshan es un hombre discreto que rehúye las apariciones públicas, y su éxito no debe nada al mundo digital.
Para la prensa china, Zhong es el anti-Jack Ma, que durante mucho tiempo fue el hombre más rico del país. Nada de comercio electrónico, nada de alta tecnología, sino un producto muy básico y al mismo tiempo esencial en un país en el que no se puede obtener agua potable del grifo. Las famosas botellas de Nongfu Spring con su tapón rojo, conocidas por todos los chinos, han conquistado en 25 años más de una cuarta parte del mercado nacional de agua mineral.
Ascenso fulgurante
Su fortuna está valorada en 85.000 millones de dólares (71.000 millones de euros), según la clasificación Hurun publicada la semana pasada. Se ha convertido en el hombre más rico de China y de Asia, y ocupa el séptimo lugar en el mundo. Su ascenso es una de las acumulaciones de riqueza más rápidas de la historia, según la agencia financiera Bloomberg.
El "rey del embotellado" es también un mago del marketing que, tras concentrarse en el agua de manantial, no dudó en mentir y afirmar que el agua filtrada era perjudicial para la salud. Sus competidores le demandaron hace unos años –y perdió, informa la prensa china.
Test de Covid-19
La sede del Grupo Nongfu, al igual que la de Alibaba, está en Hangzhou, cerca de Shanghái. Y al igual que Jack Ma, Zhong Shanshan es un hombre hecho a sí mismo que encaja perfectamente en el nuevo "sueño chino" del presidente Xi Jinping. Intentó dos veces entrar a la universidad, pero fracasó.
Sucesivamente albañil, carpintero, vendedor de bebidas e incluso periodista, según los medios de comunicación estatales, tiene sobre todo una visión para los negocios, incluso en periodo de crisis sanitaria: el otro pilar de esta colosal fortuna es un grupo biofarmacéutico, Yangshengtang Wantai, que el año pasado entró en el lucrativo mercado de los test de Covid-19.
Esta perspicacia empresarial no le protege de los resbalones. El hombre también tiene fama de ser un "lobo solitario" con un carácter fuerte, una cabeza fuerte que tendrá que mantenerse dentro de los límites establecidos por el Partido Comunista. De lo contrario, como en el caso de Jack Ma, podría ser la gota que colma el vaso.