Recientemente Ricardo Arias Macías fue nombrado en la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, generando controversia en lo político y descontento por parte de las diferentes ONG que protegen lo derechos de las comunidades LGTBI y los DD. HH. en Colombia.
Es por esto que este nombramiento no es uno más. Es un reto no solo para él, sino para todo un partido que ha tomado el nombre de lo cristianos en más de una oportunidad, por lo que ha sido reconocido de esta manera en la sociedad colombiana.
Esta es una oportunidad para que la comunidad cristiana genere un cambio y acabe con los prejuicios que se han construido que los han mostrado en algunas ocasiones como personas radicales, que pasan por encima de los derechos de los demás para defender sus creencias.
Sin embargo, para lograr esto, Ricardo tendrá una gran responsabilidad frente a un gran desafío en el que lo más importante es cumplir el propósito por el cual se crearon los derechos, entendiendo que estos dan las bases para el desarrollo social de las personas prevaleciendo en todo momento los principios de libertad, igualdad y dignidad humana en la sociedad.
Para ello debe trabajar desde su rol por acabar la disputa en temas tan importantes como la familia, que es el eje de la sociedad; la discriminación en todo sentido; la protección a las víctimas y a la polarización, que muchas veces termina en el hecho de pasar por encima de los derechos del otro, el derecho a la vida, el aborto, la protección a la mujer y los niños, la situación de los inmigrantes, entre otras.
Es por esto que él puede ser el factor de cambio y llegar a la reconciliación, o terminar de polarizar esta sociedad, en la que una de las mayores disputas está entre lo cristianos y las diferentes comunidades como la LGBT, feministas, entre otras, que han buscado la forma de que se le respeten sus libertades sin importar la forma o el cómo.
La invitación para todos los cristianos es a reflejar siempre el amor al prójimo, pues Jesús vino a unirnos, no a hacernos iguales. No utilicemos este momento para proteger nuestros derechos y puntos de vista, porque la prioridad es llegar a esos consensos y puntos de interacción donde se respeten los derechos de todos y así poder terminar con el odio que busca acabar con este país que todos los días pide igualdad, justicia y libertad.
¡Dios bendiga a Colombia!