Marco León Calarcá, encargado por las Farc-EP del mecanismo tripartito de monitoreo y verificación, quizás el vocero más paciente y sereno de la organización, y Carlos Córdoba, gerente de las zonas veredales por parte del gobierno, campeón de la improvisación no solo en la ejecución de las obras prometidas sino en excusas y embelecos, coincidieron en definir el traslado de las Farc a las ZVTN como la más grande operación logística en la historia reciente del país.
Eso puede ser cierto. Más de seis mil guerrilleros emprendieron su última marcha como organización insurgente, desplazándose entre unos y otros de los lugares más recónditos de la geografía nacional. Y lo hicieron empleando sus piernas o vehículos terrestres y acuáticos de todo tipo, cargando con ellos cuanto poseen en la vida, armas y equipo de guerra, ropas, algo de comida, aparatos, chécheres, baterías de cocina, carpas, plásticos y herramientas de trabajo.
El señor Córdoba pareció quejarse porque además llevaban gallinas, marranos y perros. La verdad es que se presentaron muchos problemas en el traslado, los cuales se fueron solucionando sobre la marcha. Los que iban para Icononzo, por ejemplo, no recibieron comida en la noche y sólo pudieron desayunar después de las once de la mañana al día siguiente. Pasaron dos noches como pudieron, a la intemperie en la orilla de carreteras, pero bueno, al fin llegaron a su destino.
En la inmensa mayoría de los casos la situación que los recibió no fue mejor. Los protocolos firmados previamente por las partes, de los cuales el gobierno nacional alardea con frecuencia para exigir riguroso cumplimiento a las Farc, resultan al parecer letra muerta cuando se trata del cumplimiento del Estado. La fecha del 31 de enero era inalterable por las Farc, pero a la construcción y adecuación acordada para las zonas se podía faltar sin consecuencias.
Veamos lo que denuncian desde la zona de La Cooperativa en Vistahermosa, Meta, y que se repite simultáneamente en la mayoría de ellas:
“La llegada a la ZVTN fue a altas horas de la noche y con fuertes lluvias; en el sitio no hay las más mínimas condiciones materiales para ubicar el personal que incluía mujeres embarazadas, mujeres con bebés recién nacidos, enfermos de neumonía, de hepatitis y personal lisiado de guerra. La falta de instalaciones básicas como: agua potable, sanitarios, planta de tratamiento de agua residuales. Tampoco instalación de rancha por lo cual se tuvo que prender fogatas en la tierra y talar madera en predios vecinos para su funcionamiento; a falta de duchas se tuvo que buscar el agua y bañarse en cualquier charco…
“No hay atención médica ni medicamentos; los productos alimenticios algunos artículos se están deteriorando porque no hay construcciones ni plásticos que garantizaran la conservación de los mismos. No se han dotado elementos básicos indispensables como útiles de aseo para el lavado del menaje de cocina, para el lavado de ropa de adultos, enfermos, madres y niños. Los alimentos básicos para bebés y útiles de aseo aún no llegan… Según el responsable de logística y abastecimiento por parte del gobierno esta semana tampoco llegarán alimentos para bebés porque no están aún aprobados…”.
El doctor Sergio Jaramillo, a todas luces el más duro de los voceros del gobierno nacional, experto en necias polémicas y en poner problema a todo, basta ver su actitud frente el tema de los menores pese a los protocolos firmados que conoce bien, no tuvo el menor empacho para afirmar tras la visita del presidente francés a Caldono, en el Cauca, con relación al retraso en las obras comprometidas, que lo único que faltaba era que las Farc entraran a los sitios.
Hay quien denuncia que las zonas de las que salen las Farc están siendo ocupadas por paramilitares, bandas criminales y grupos delincuenciales. El Presidente explica que en todas esas regiones apenas se están abriendo vías, como si fuera culpa de las Farc su compromiso de hacerlo. Esa es la realidad de Colombia, oculta durante décadas a propios y extraños. No la creamos nosotros, siempre ha estado ahí y contra ella combatimos medio siglo.
Hay quienes temen y quienes e se ilusionan con una reacción enfurecida de las Farc.
Ya lo dijo Timoleón Jiménez, el compromiso con Colombia
va por encima de las dificultades
También hay los que temen y los que se ilusionan con una reacción enfurecida de las Farc. Ya lo dijo Timoleón Jiménez, el compromiso con Colombia va por encima de las dificultades. Si salimos adelante en guerra, ¿por qué en la paz no? Esa es nuestra decisión. Haremos en las zonas veredales lo que el gobierno no ha sido capaz de hacer, y nuestro propósito es hacer lo mismo en todas partes, demostrar día a día que somos mucho mejores que quienes dominan actualmente el país.
Hasta alcanzar el poder, y en unión con todo el pueblo colombiano hacer lo que debe hacerse. Esa sí que será la más grande operación logística en la historia de Colombia. A eso vamos.