Superar las dificultades presentadas en los últimos cuatro años en las relaciones entre la Gobernación del Valle y la Alcaldía de Cali es un reto que se le impone a Clara Luz Roldán y Jorge Iván Ospina en el presente periodo de gobierno. Para Dilian Francisca Toro no fue fácil construir unas relaciones armónicas y de cooperación con Maurice Armitage, pese a los permanentes llamados de la mandataria departamental en los que invitaba al burgomaestre de Cali a unir voluntades que les permitieran trabajar de la mano para la ejecución de proyectos y programas de beneficio social para el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de los caleños. Esos desencuentros obligaron a que la gobernación llevara a cabo programas y obras de inversión en materia de educación, salud, deporte, cultura, emprendimiento y seguridad ciudadana en gran parte de las comunas y corregimientos de la ciudad, sin contar con el concurso y acompañamiento del mandatario local.
Las condiciones actuales de los gobiernos entrantes del Valle del Cauca y Santiago de Cali generan un ambiente favorable a mejorar las relaciones entre ambos mandatarios, expresada en la voluntad de hacer equipo y trabajar juntos por Cali. Son muchas las coincidencias y retos en sus propuestas de gobiernos en temas tan sensibles como son la solución a la afectación en la movilidad de los caleños con el inicio de las obras del tren de cercanías en la área metropolitana que comprende a los municipios de Yumbo, Palmira, Jamundi y Cali, garantizando de esa manera una movilidad más sostenible para los habitantes de esas poblaciones, así como para la construcción del teleférico turístico Siloé-Cristo Rey, que redundará en el fortalecimiento de la industria del turismo en la ciudad; la voluntad, de ambos mandatarios, en plantear una política integral que supere la crisis de inseguridad reinante en la capital del departamento; propuesta basada en estrategias gubernamentales para combatir la delincuencia y de cultura ciudadana fundada en fomentar la cultura de la legalidad y en el fortalecimiento de los lazos en las relaciones entre las autoridades y la comunidad; la implementación de programas de bienestar y generación de ingresos que aleje a la población más vulnerable de la criminalidad y de las organizaciones al margen de la ley, así como en el fomento de una cultura de la tolerancia, el respeto y la convivencia pacífica de los caleños, erradicando las fronteras invisibles que tantas víctimas ha dejado.
Igualmente el compromiso de hacer del Valle del Cauca y Cali un modelo regional verde, adelantando un proceso de descontaminación y recuperación del Jarillón, así como la recuperación de los humedales, la creación de un programa de gestores ambientales para impulsar acciones pedagógicas e intervención, son un ejemplo de agenda de gobierno en las que coinciden ambos mandatarios uniendo esfuerzos y recursos para el cumplimiento de esas metas trazadas entre otras.
Gobernar a Cali y el Valle del Cauca no va a ser tarea fácil; los compromisos para atender las demandas sociales de la comunidad en busca de un mejor bienestar y equidad, son metas muy ambiciosas pero realizables en las actuales condiciones en las que existe sinergia y plena comprensión de los compromisos adquiridos entre ambos mandatarios. Tarea en la cual contaran, muy seguramente, con el acompañamiento y apoyo del Concejo Distrital, la Asamblea Departamental, los gremios económicos y empresariales de la ciudad, y el respaldo de la ciudadanía caleña, motivada en hacer de Cali, la mejor ciudad de Colombia en el campo económico, deportivo, cultural y con un desarrollo social sostenible.
El trabajo mancomunado y las buenas relaciones que se puedan construir entre Clara Luz Roldán y Jorge Iván Ospina, hará que a Cali le vaya bien en el presente periodo de gobierno departamental y distrital