"Supongo que nos pondremos a vender golosinas" dijo Carlos Sabogal, su dueño y administrador de 84 años sin ocultar su tristeza en una entrevista realizada por la revista Semana en pasados días. La Puerta Falsa es un restaurante y salón de onces que fue fundado en 1816, que con las decadas se convirtió en un lugar muy querido por los bogotanos y muy frecuentado por los turistas. Un verdadero icono de Bogotá justo al lado de la plaza de Bolivar, la más importante de la capital colombiana.
Desde el simulacro decretado por la alcaldesa Claudia Lopez, el pasado 20 de marzo, el restaurante empezó a vivir la peor crisis en sus cientos de años de vida. Con una nomina de 19 millones de pesos mensuales, el restaurante no pudo aguantar más. Hoy es un hecho que cierra sus puertas.
Con el cierre de este, al menos 14 personas quedan sin trabajo por este suceso sin precedentes. Una familia entera que permaneció unida por muchos años, según lo confirmó sabogal en su entrevista, en la que dijo: “Nunca habíamos despedido a nadie por razones que no fueran de peso como un robo, por ejemplo. Cuando el local se incendió en 2012 paramos cuatro meses, pero los pusimos a trabajar en la reparación del local. Esta vez no pudimos hacer lo mismo”.