El coletazo de la crisis de Hidroituango, que se estima serían $3.9 billones los sobrecostos, afectó las acciones de Conconcreto, que desde hace 10 años ha estado al frente de su construcción. Pero la compañía antioqueña, bajo la dirección de Juan Luis Aristizabal, logró sobreponerse, en su búsqueda por más contratos logró quedar como una de las cinco empresas encargadas de construir la troncal de Transmilenio por la avenida 68. Tendrá a su cargo dos tramos de esta vía: desde la avenida Esperanza hasta la calle 46 – por un valor de $208 mil millones – y desde la carrera 65 hasta la carrera 48 – por $207.5 millones-.
Sin embargo, la adjudicación de los contratos hecha por la alcaldesa Claudia López ha recibido críticas por las multas que ya tiene la compañía antioqueña, multada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en 26.085 salarios mínimos por obstrucción a la justicia en la investigación del contrato del tercer carril de la vía Bogotá-Girardot. Aunque la delegatura para la Protección de la Competencia recomendó archivar la investigación por cartelización en dicha vía, Conconcreto que se encuentra vinculada, enfrenta una sanción de hasta $78 mil millones por prácticas anticompetitivas para quedarse con su construcción.
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