Choachí y sus municipios vecinos ubicados en los hermosos paisajes del oriente cundinamarqués son localidades que desde hace aproximadamente quince años han transformado sus productos y servicios para depender en gran medida netamente de las actividades relacionadas al turismo. El turismo en estos municipios es una de las actividades que más impulsan la economía directa o indirectamente. De hecho, se han desarrollado proyectos turísticos, aprovechando los maravillosos recursos naturales, asociados a una interesante oferta gastronómica mancomunada a la riqueza cultural de esta zona.
Hasta antes de la llegada de la pandemia, esta región era la zona prometida del turismo, debido a su cercanía con la ciudad de Bogotá, su clima agradable y demás factores que resultan atractivos para propios y visitantes.
Muchos son los proyectos hoteleros, gastronómicos y de bienes o servicios que alcanzaron a consolidarse, pero muchos de estos proyectos, con la llegada de la pandemia, al igual que el turismo en todo el mundo se vinieron al piso.
No es un secreto que la economía local se vio afectada, y solamente aquellos proyectos turísticos cuyo músculo financiero fue lo suficientemente fuerte para soportar cerca de siete meses con ingresos nulos lograron sobrevivir.
En medio de la penumbra y apostando sus últimas fichas, todos los actores relacionados al turismo adecuamos nuestros servicios e instalaciones con protocolos sumamente costosos, finalizando el 2020 con la esperanza de poder salvar el año y recuperar parte de lo que se perdió.
El 2021 empezó bien en medio de la nueva “normalidad”, pero nuevamente llegaron algunos cierres y restricciones propios de la pandemia, que nuevamente afectaron la operación de los negocios, sumado a lo anterior llegaron las incertidumbres propias de los paros y bloqueos, por lo que los turistas no optaron por visitarnos.
Finalizando el mes de mayo del 2021 parecía llegar nuevamente una luz de esperanza con lo que se denominó en su momento la “reactivación económica”, realmente sentimos que era la panacea después de más de un año en constante zozobra. Como se señaló previamente fueron muchos los operadores o proveedores de servicios turísticos que no pudieron mantenerse y quedaron quebrados económicamente.
Ahora sumado a todo lo negativo con relación al turismo, se suma el pésimo manejo de los alcaldes de los municipios de Choachí, Ubaque y Fómeque. Pareciera que se hubiesen aliado para poner la estocada final a aquellos que sobrevivimos a tantos meses de pandemia, pues se han encargado de generar pánico en los habitantes de la zona con relación a los casos de COVID-19.
Como operadores turísticos no estamos negando la presencia del virus, pero las actuaciones de los mandatarios están echando al piso inversiones cuantiosas, por parte de aquellos que vivimos del turismo, además del pánico y rechazo de nuestra actividad de propios y visitantes.
Para el próximo fin de semana de puente festivo se expidieron decretos que limitan la movilidad de las personas. Dichos decretos van en contra del decreto 580 que es de carácter nacional, y dan a entender que en esta región del país está la nueva cepa del COVID-19 en Colombia, lo cual está lejos de ser real.
Diversos son los interrogantes que difícilmente dejan conciliar el sueño en aquellos que vivimos del turismo…
¿Cuál es la propuesta seria que hay para reactivar el turismo?
¿Cuáles serán los planes para ayudar a los cientos de habitantes que vivimos del turismo?
¿Cuál va a ser la estrategia para recuperar la reputación relacionada al turismo que se está perdiendo ahora?
Cuando todo esto pase nos encontramos en este pedacito de cielo.