La Federación Colombiana de Ciclismo anunció la carrera Colombia Oro y Paz a finales de 2017, una apuesta que contó con el apoyo del propio presidente Juan Manuel Santos. Una nutrida delegación de ciclistas con Rigoberto Urán, Miguel Ángel López, Fernando Gaviria y Mariana Pajón se hizo presente para el anuncio desde la Casa de Nariño. Acompañando a los ciclistas estuvo el presidente de la Federación, Jorge Ovidio González, y en una sorpresa para los periodistas políticos y judiciales, pero no para los deportivos, Rodolfo Palomino.
Fue un gusto recibir a #NuestrosEscarabajos en Casa de Nariño para contarle al país que el año entrante Colombia será sede por primera vez de una carrera 2.1, estas son las que siguen en importancia a @LeTour, @giroditalia y @lavuelta. pic.twitter.com/LJRGuehsCm
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) November 22, 2017
El general retirado hacía una de sus primeras apariciones públicas luego del escándalo de la “Comunidad del Anillo”. Durante 2015, se había divulgado una presunta red de prostitución en el interior de la Policía. Su director, el general Rodolfo Palomino, fue acusado de haber participado en la red. El escándalo motivó una investigación formal y la renuncia de Palomino, quien reapareció envuelto en una de sus grandes pasiones: el ciclismo.
Desde su paso por la dirección de Tránsito y Transporte, ya había tenido una relación cercana con la organización de las carreras ciclísticas. Durante su juventud en Bolívar (Santander) fue ciclista aficionado y soñaba con correr contra Cochise Rodríguez y Rafael Antonio Niño, pero dejó el uniforme de competencias por el de la Policía. Aún así, ha sido un constante deportista que sacaba todos los domingos su bicicleta para rodar por la Sabana de Bogotá.
La cercanía con los organizadores de la competencia hizo que en 2010, siendo director de Seguridad Ciudadana de la Policía, ingresara a la junta directiva de la Federación Colombiana de Ciclismo. “Palomino, su amigo en el camino”, como lo llamaban en los tiempos de dirigir Tránsito, también se hizo amigo de los corredores de la edad de oro del ciclismo colombiano.
La investigación que le hizo la Procuraduría no le impidió seguir en la Federación, donde asumió un nuevo papel como enlace con la Policía para la seguridad de las carreras y los ciclistas. Este enlace se ha hecho patente con la presencia de equipos profesionales en el país, buscando entrenar en altura o fuera de temporada.
Cuando Egan Bernal, Rigoberto Urán o Fernando Gaviria entrenan en las vías del país, tienen detrás un acompañamiento con una camioneta de la Policía. También ocurre en las semanas previas al Tour Colombia con los equipos internacionales: corredores de la talla de Chris Froome y Julian Alaphillipe han tenido escolta policial permanente, como VIP, cuando están en Colombia. No siempre es suficiente, como le ocurrió a Nairo Quintana con el accidente que sufrió el pasado mes de julio, en plena preparación para el Tour de Francia.
Entre tanto, el general se ha convertido en una figura más visible que la de Jorge Ovidio González y Mauricio Vargas, los dos presidentes bajo los cuales ha servido en la dirección de la institución. Ha aparecido en las tres ediciones de la carrera que se convirtió en el Tour Colombia, pero también en las Vueltas a Colombia y Campeonatos Nacionales.
Además de hacer parte de la FCC, el general retirado ha sido delegado como contratista de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, donde ha trabajado en campañas para reducir la accidentalidad y proteger a los usuarios en dos ruedas.
La sanción que le interpuso la Procuraduría en enero de 2021 por los hechos de la “comunidad del anillo” fue levantada el pasado mes de abril. Entre tanto, Palomino sigue trabajando para llevar seguridad a los ciclistas de los pelotones en el ciclismo colombiano, y potenciar el deporte que más éxitos le ha traído al país.