La alemana Opel volvió, después de más de 50 años, a operar en el país con distribuidora independiente. Bajo el control del grupo Stellantis, los autos de la empresa alemana se han convertido en productos muy deseados en los mercados europeos. Y, finalmente, regresan a un país en el que eran bienvenidos luego de un gran número de recuerdos, tanto de los autos de la década de 1960 como con la marca Chevrolet.
La automotora había tenido varios vehículos entre los más vendidos, con ensamblaje en Colmotores y el corbatín de Chevrolet. Los clásicos Corsa, Astra y Zafira tuvieron muy buenas ventas hasta 2006, pero General Motors decidió separar estos vehículos e intervenir en autos chinos para los mercados de Latinoamérica. Finalmente, GM decidió desprenderse de sus operaciones europeas en 2018, con lo que Opel fue comprada por el grupo Peugeot, hoy día Stellantis.
En Colombia, Opel llega con tres concesionarios en Bogotá, Medellín y Cali, con el objetivo de vender unos 500 vehículos al año entre camionetas y furgones de carga. La marca llega de la mano de SK Bergé, que distribuye los vehículos de Fiat, Volvo y Peugeot en el país. El grupo es una sociedad de la familia chilena Sigdo Koppers y el grupo español Bergé, que domina el mercado chileno y también está presente en Argentina y Perú. Su gerente general es Andrés Aguirre, pero la encargada de dirigir la marca será Adriana Casadiego, quien también representa a Peugeot.
El grupo Bergé también ha ingresado al mercado colombiano en una sociedad con el grupo Transportes Vigía para controlar el transporte de vehículos terminados en el país.