En su pueblo natal San Onofre, Sucre, donde Inocencio Meléndez pasó una infancia humilde repartiendo agua en burros, lo recibieron con una misa a la que asistieron las autoridades del pueblo. Meléndez, subgerente jurídico del IDU quien aceptó haber recibido dinero de los Nule para modificar la letra menuda de contratos, recibió beneficios por su colaboración y pasó solo un breve tiempo en el patio de funcionarios públicos de La Picota. En Bogotá permanece con prisión domiciliaria precisamente en un apartamento en Rosales que le entregaron los Nule y tiene autorización de dictar algunos cursos de universidades incluso fuera de Bogotá.
El regreso de Inocencio Meléndez a su tierra
En San Onofre recibieron con misa al testigo colaborador de la Fiscalía en el carrusel de la contratación que tiene prisión domiciliaria