Escucharla es incluso mejor que solo verla sonriendo. Cuando habla la sala se llena de una calma que nadie puede apagar, pero su talento y conocimientos son aún más arrasadores. Verla entrar a la sala Arlequín, abierta por primera vez al público y después de dos años con Casa E cerrada, paraliza a todos los asistentes. Los suspiros entrecortados, ojos encharcados y pálpitos nerviosos de Alejandra rodean toda la sala, pero la compañía de Primo Rojas, Johan Velandia y Daniel Calderón la ayudan a dar la bienvenida y apoderarse del escenario.
“Respirando y tomando agua”, es el mensaje que Alejandra Borrero comparte al resto de mujeres que atraviesan un duelo. Proceso que la actriz, recordada por sus papeles en Amor en custodia y El último matrimonio feliz, inició desde el año pasado después del fallecimiento de su pareja la médica Elizabeth Bateman a causa del Covid 19.
Las 2 Orillas estuvo presente en la reapertura de la ahora llamada Casa E Borrero, y mientras el resto del espacio continúa en liquidación por los estragos de la pandemia, Alejandra Borrero confesó detalles de su duro proceso de duelo, el significado de regresar a las tablas y sus aprendizajes al convertirse en una artista que sirve de inspiración y apoyo para muchas mujeres del país.
“Las pruebas de todas maneras, a pesar de que las has pasado siguen estando ahí, me han convertido en otra persona. Todos los seres humanos tenemos dolores, todos los seres humanos tenemos que pasarlos y en este momento soy una mujer resiliente. Casa E ha sido un sueño hecho realidad, fue para mí el lugar donde me volví dramaturga, directora, donde pude trabajar por las mujeres alrededor de la reconciliación y la paz, fue un cambio profundo en mi vida poder usar mi fama para poder tocar el corazón de muchas mujeres del país” confesó Alejandra Borrero en esta entrevista:
¿Se acuerdan de la niña que cantó Cucurrucucú paloma en Factor Xs?