Con la programación por parte del Consejo Nacional Electoral de la recolección de las firmas del referendo revocatorio en Venezuela para finales del mes de octubre de 2016 y la fijación del evento eleccionario para el primer semestre del año entrante (2017), la situación se aclara en el hermano país. Mucho más con la aceptación de esas condiciones por parte de la Henrique Capriles Radonski y la MUD. La “paz imperial” se impone en la región.
Es totalmente lógico que al imperio estadounidense no le convenga sacar al presidente Maduro de una forma traumática o grotesca cuando en Colombia ha impulsado un proceso de paz absolutamente conveniente para sus intereses estratégicos. La recuperación de su hegemonía política (la económica realmente nunca estuvo en peligro) recurriendo a la política del “buen vecino” en su nueva versión de “intervenciones humanitarias” (Samantha Power) va viento en popa. No pueden hacer una cosa en Colombia y otra en Venezuela.
Además, las cúpulas del PSUV y la MUD, con mediación imperial y participación plena de grandes empresarios venezolanos, ya llegaron a acuerdos. La misma MUD (Ramos Allup) al aceptar conversaciones secretas con el gobierno desmovilizó a su gente. El "proyecto bolivariano" ya cayó, no formalmente pero sí de hecho. La política económica hace varios años cambió a favor del gran capital. Para el imperio y la burguesía parasitaria es mejor que los ajustes neoliberales los realice el mismo "chavismo". Ya se entregó el Arco Minero a transnacionales canadienses y PDVSA cada vez se amolda más a las imposiciones del gran capital. ¿Para qué más?
Los chinos y rusos por criterios geoestratégicos no se iban a meter a sostener un barco semi-hundido en una región que todavía no es estratégica para ellos. El gobierno de Maduro comprobó que no podía obtener financiación extranjera por esa vía y le tocó ceder espacios económicos a sectores empresariales que no les interesa la retórica “bolivariana” sino sus inversiones y ganancias. Los golpes sufridos por los gobiernos "progresistas" en Argentina y Brasil, y los acuerdos del imperio con Cuba y las FARC, fueron los pasos previos para moderar tanto a Maduro-Cabello como a Ramos Allup-Capriles Radonski.
Todo lo demás, revocatorio y "circo" es para distraer a los incautos.