Una vez James Rodríguez cayó con los brazos abiertos en el terreno de juego del estadio de Santa Clara, California, los viejos fantasmas reaparecieron. El cucuteño, indestructible, soporta patadas y caídas como si fuera un hombre de plástico. Esta vez el dolor era intenso, tanto que, a pesar de las ganas que tenía de sacudirse de una mala temporada en el Real, tuvo que abandonar el terreno de juego.
Los hinchas de la Selección no eran los únicos preocupados por la salud del 10. Desde España, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, temía porque su ausencia en la Copa Centenario representaría un problema para sus negocios. Desde que James empezó a ser suplente en la pasada temporada --producto de su indisciplina y de la sobrepoblación de estrellas en el campo de juego-- la idea de venderlo empezó a correr por la cabeza del dirigente blanco. El problema es que su suplencia lo desvalorizaba. Florentino no está dispuesto a perder ni un solo Euro de los 80 millones que le pagó al Mónaco por su pase. Por eso la Copa América era un escaparate de lujo para James.
Carlos Ulloa, el médico de la selección, dio su dictamen: James podría jugar infiltrado contra Paraguay pero cualquier golpe podría hacer que la lesión se agravara. El mismo José Pekerman lo confirmó en rueda de prensa "El problema en sí puede volver a suceder. A un futbolista, cuando se agranda la cápsula, hay que hacer corrección con cirugía en algún momento. El Real Madrid está al corriente y sabe el tema.”
Según diarios españoles, Florentino habría tenido injerencia en la titularidad de James contra Paraguay. Para beneplácito del club, Rodríguez, en ese juego, volvió a ser la estrella deslumbrante que se convirtió en el goleador de un mundial más joven de la historia. Con los 80 millones Florentino podría hacer realidad su deseo de hacerse con Paul Pogba, la joven estrella de la Juventus y Eden Hazard, el belga del Chelsea.
Por ahora el negocio le está saliendo a Florentino y de paso a James. Todo apunta a que Jorge Mendes convencerá a José Mourinho para que le exija al Manchester United comprarlo. “Mou” es experto en resucitar cracks. Contrario a lo que muchos creen, el portugués se caracteriza por entender y acoger a los futbolistas que tiene a su cargo. El Manchester y Mourinho serían el escenario ideal para que James Rodríguez vuelva a ser uno de los cinco jugadores más importantes del fútbol internacional.
Ojalá que forzar su máquina no le juegue en contra y no le suceda lo de Jackson Martínez, que por haberse infiltrado en un partido de champions contra el Bayern, está poniendo en riesgo su carrera futbolística.