Colombia inauguró el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación el 30 de diciembre del año, que culminó con la afrocolombiana Mabel Gisela Torres Torres, oriunda del Chocó, al frente de esa cartera, quien era miembro activa de la comisión de sabios que se conformar desde febrero de 2019.
En noviembre, esta comisión le entrego el informe de 10 meses de trabajo al presidente Iván Duque, donde se le sugirió la creación del Ministerio como inicio de una ruta que logre que el país desarrolle acciones en ciencia y tecnología que sean útiles para su bienestar científico, haciendo uso de sus raíces al relacionarlas con su propia riqueza, natural, cultural, ancestral y poblacional, lo que se conoce como ventajas comparativas.
A partir del nombramiento de Mabel Torres, esta mujer ha sido blanco de un debate polémico, según el periódico El Espectador del día 10 de enero, “la Ministra de ciencia y su dudosa promesa contra el cáncer va más allá” dejando en duda los resultado de su trabajo en contra del cáncer y de su misma formación como científica, trayendo a colación algunos de sus trabajos científicos y su misma formación en la ciencia, al comparar su hoja de vida con otros científicos de ese mismo campo sin tener presente unas particularidades como la edad, los presupuesto con que cuentan, el capital cultural, entre otros. El artículo insiste sobre las propiedades del hongo ganoderma y la cura para el cáncer, así como la falta de rigurosidad frente a los procedimientos científicos en proceso de investigación. Ante esta publicación de El Espectador, diferentes entidades científicas se han pronunciado en contra del trabajo científico de la ministra; dejando ver el debate entre los métodos científicos y los conocimientos tradicionales. Dentro de las afirmaciones expresadas por los científicos publicadas en los medios, se encuentra que:
Sus investigaciones no han seguido los protocolos internacionales de la ciencia. Lo que se requiere es “nombrar un ministro o una ministra, de la raza que sea y de la región que sea, pero que sea idóneo; que tenga cierto prestigio dentro de la comunidad científica, que entienda y respete las normas para producir nuevo conocimiento y promover la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la innovación y el emprendimiento; que tenga experiencia en gestión”. El Espectador (2020). La Ministra se queda.
Otras asociaciones afirman: “El derrotero de cómo hacer ciencia en nuestro país haya quedado en manos de la pseudociencia” Asociación Colombiana de Facultades de Medicina.
En ese sentido, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, como ente consultivo del Gobierno, presentó una lista de científicos idóneos para dirigir el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; el cual no incluía a la actual ministra, que fue obviada por el presidente para darle un lugar importante a las ciencias y a la cultura en cuanto a los avances inclusivos en el país. Ante este debate, la Ministra se defendió afirmando en un comunicado publicado en 18 de enero, donde ella explica su recorrido académico como sus méritos y finaliza explicando que fue mal interpretada al referirse al tema de los hongos y el cáncer. En consecuencia y con base en sus declaraciones, algunas personas y organizaciones decidieron respaldar su postura.
Este acontecimiento polémico de la Ministra tiene mucho de fondo y ancho, no es solo un debate académico, sino que también es político, racial y hasta discriminatorio. En mi opinión, no agradó el hecho de que fuera una mujer negra de clase baja chocoana que defiende el conocimiento ancestral de los pueblos, dándole un gran valor equiparable con la ciencia occidental. A científicos conservadores y a algunos políticos de alta alcurnia no les gustó por lo que implica una Ministra como Mabel Torres. Y es preciso e importante recalcar que posee todo el conocimiento y recorrido científico para ocupar esa cartera ministerial.
Por otro lado, este es un debate en el seno de la sociedad colombiana que siempre menosprecia los conocimientos y el aporte de los grupos étnicos a la construcción de la nación, ya que para todos es conocido que la historiografía oficial desconoce el aporte de los africanos y sus descendientes a la construcción del Estado-nación. Ese conocimiento no se enseña en el sistema educativo y cuando se hace es de forma negativa y despectiva, dejando a un lado la importancia y el conocimiento cultural de la población afro. A razón de ello, se replica el racismo y la discriminación racial en la sociedad colombiana hacia los africanos y sus descendientes, los cuales son vistos como personas que no han aportado a la nación y por ende sujetos de segunda y tercera categoría. Entonces es notable la exclusión de ellos de los espacios en donde se tome toda clase de decisiones importantes, por ello, el tema de la Ministra Torres no lo podemos ver separado de esa realidad.
Hoy está claro que el conocimiento es diverso y se adquiere de diversas formas, lo que desmonta la manera como occidente, de la mano del positivismo, han hecho con el conocimiento desde los sures (África, América y Asia). Reconocidas voces de teóricos han dado serios debates sobre este tema con la creación de epistemologías abiertas e innovadoras, partiendo de diferentes lugares de la historia que han dado como resultado espacios o corrientes como la de los decoloniales y la Afroepistemología, que tratan de darle importancia al conocimiento no solo desde Europa, sino teniendo presente estos otros conocimientos. Finalmente, fuente de ese conocimiento dentro de los aportes teóricos, se encuentra el del martiniqueño Frantz Fanón con su obra estelar: “los condenados de la tierra”, donde afirma en la parte final del libro: “Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo”.
Desde Palenque un cimarrón todavía.
Cimarrón- Activista-Palenquero