Las grandes aspiraciones políticas de Carlos Felipe Córdoba pasan por la importancia de dejar un amigo en el poderoso cargo que él se encargó de crecer y desde ya empezó a trabajarle al plan de dejar sucesor el año entrante. Los ojos los puso en el vallenato ex exdirector de Planeación Luis Alberto Rodríguez, quien llegó al alto gobierno en el grupo de promovidos por la vicepresidente Martha Lucia Ramírez, que trabajaron en su campaña. Economista de la Nacional con maestría en Política económica de la Universidad de Columbia, después de haber sido vice ministro de hacienda de Alberto Carrasquilla y haberlo acompañado en la fallida reforma tributaria del 2018, brincó a Planeación Nacional donde estuvo hasta julio de este año.
Rodríguez hizo buenas migas con el contralor Carlos Felipe Córdoba, a quien le dio juego en toma de decisiones importantes, más allá del rol institucional establecido, como el caso de la inversión en infraestructura, vía las OCAD, con gran impacto regional y es una de las valiosa herramientas para las alianzas políticas que tanto necesitará el contralor Córdoba para sus ambiciones electorales futuras. Que van en serio y en grande.
Rodríguez renunció a la dirección de Planeación para no inhabilitarse y después de unas largas vacaciones familiares a Europa regresó al país a aplicarse en su nuevo propósito de la mano de Córdoba, con quien empieza a vérsele de cerca, incluso en los viajes a las regiones. El Contralor es maestro para lograr apoyos y navegar en el Congreso, que decidirá el nombre de su sucesor el año entrante y Rodríguez ha resultado buen alumno como lo demostró en su paso por Planeación.
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