Lo de Cesar Augusto Londoño es penoso. Yo creo que él no tiene necesidad de salir, de manera vulgar, casi que descarada, a defender a la DIMAYOR mientras el mundo se burla del ridículo que protagonizó la Liga Colombiana al permitir que se jugara el partido de Águilas Dorada contra el Chicó. La postura de él esgrimida en su programa el pasado lunes 12 de abril es irritante. Para él la única culpa de que se jugara el partido con siete futbolistas la tenía la dirigencia del Rionegro que no había entendido el reglamento y que, según las palabras “podía alinear cuatro juveniles y completar los 11”. Esto es una afrenta a la verdad y deja ver las intenciones de Londoño de quedar bien con personajes tan nefastos para nuestro fútbol como Álvaro González.
El zar del Fútbol Aficionado, el mismo que cercenó la categoría C y acabó con los torneos sub 20 y sub 17 ha manejado a su acomodo a los periodistas más influyentes del país en los últimos veinte años. Esta “mamacita” como diría Martin De Francisco, fue el que le hizo la guerra a Pekerman y quien creó una crisis que tuvo su punto más bajo en la goleada 6-1 en Quito de la Selección de Queiroz. Cesar Augusto es un periodista lo suficientemente informado para saber que las Aguilas Doradas no podían alinear a juveniles porque no tienen competencia, no hay torneo, no existe en esas categorías. Sospechosa esa mala leche. Sospechoso que no se fustigue en un espacio supuestamente crítico como El Pulso a los cánceres que tiene nuestro fútbol, como el que no exista –por culpa de Gonzalez- categoría C, lo que ha sumido en la más penosa mediocridad a la Liga y a la segunda división. ¿Qué aliciente tiene el dirigente de un equipo de la B para reforzar su equipo si no existe para ellos descenso? Además, basta ya de defenderles el bolsillo a los presidentes de los equipos. Su amistad con el máximo accionista del Once Caldas no se esconde. A pesar de la desastrosa campaña del Blanco de Manizales, a César Augusto no se le cae una crítica contra él. Y eso que dizque es hincha.
Es triste que un espacio que arrancó siendo de una opinión libre e independiente con Peláez y Mejía, se transforme en una tribuna del revanchismo y de la lambonería a la DIMAYOR. Vergonzoso que cada rato se diga que Colombia tiene la octava liga del mundo o se trate de dar como buena noticia que nuestro torneo sea el más parejo a nivel mundial cuando eso lo que demuestra es la falta de espectáculo y de goles que tienen los partidos. Pareciera que todo lo hace Londoño sólo para convencer a los colombianos de comprar el paquete de Win Sports. Es que se desvirtuó hasta el espacio de “la frase del día” con la que arrancaba el programa. Ahora sólo sirve para sacar frases apócrifas de Borges, Cortazar o Hemingway o el más ramplón consejo de uno de esos escritores de autosuperación que lee Londoño.
Da pena escuchar en lo que convirtieron nuestro Pulso del Fútbol.