Esta obra maestra de ingeniería conecta a Hong Kong y Macao, dos zonas de China que tienen cierta autonomía, con el resto del país. De hecho, por eso se llama Hong Kong-Zhuhai-Macao y su objetivo es acercar estos lugares a la China continental para crear una región de alta tecnología que pueda competir con Silicon Valley en Estados Unidos.
Para el Gobierno es una herramienta de transporte que va a fortalecer el comercio, las finanzas y el turismo del país. Antes se necesitaban 4 horas para recorrer la distancia entre las 3 ciudades y ahora solo se necesitan 30 minutos. Eso sí, para usarlo la gente tiene que tramitar un permiso especial porque está pensado principalmente para buses privados y vehículos de carga.
La mega obra, que costó 20 mil millones de dólares, mide 55 kilómetros de largo (20 veces el Golden Gate de San Francisco) y tiene como soportes tres puentes atirantados. Además, una parte de su tramo es un túnel submarino. Toda la infraestructura puede soportar tifones y terremotos de alto nivel.
Las polémicas
Ha habido diversas críticas desde que empezó la construcción en 2009. Los ambientalistas dicen que el puente amenaza al delfín blanco chino y muchos ciudadanos consideran que se gastó demasiada plata innecesariamente. Encima, varias personas perdieron la vida durante la construcción. Según los más críticos del Gobierno de Xi, el verdadero objetivo es ejercer mayor control sobre Hong Kong y Macau conectándolos físicamente a la madre patria, para que dejen de creerse independientes.