Sáchica hace parte al departamento de Boyacá, situado a una hora de Tunja y a 10 minutos de Villa de Leyva, patrimonio histórico-cultural de Colombia.
El pueblo tiene una extensión no mayor a cinco estadios como el Roberto Mélendez de Barranquilla. En él habitan un promedio 3860 personas, tanto migrantes venezolanos,como campesinos que provienen de zonas aledañas en busca de empleo en actividades agropecuarias.
Si no fuera por la cercanía de Villa de Leyva y las peculiaridades negativas que han hecho destacar a Sáchica a nivel nacional, hubiera sido como los cientos de pueblos fantasmas en Colombia. Su actividad económica depende de la siembra de cebolla y tomate, cultivados en invernaderos por su piso térmico y bioclimatico. Pero el turismo por aquel lugar no se asoma, el sitio es lo suficientemente modesto, no cuenta con absolutamente nada innovador para atraer turistas y el abandono estatal y la corrupción son los únicos que han insistido en imperar la zona. La mayoría de los pobladores viven en condiciones de pobreza y sienten orgullo por haber sido nominados por ser el pueblo más bebedor de cerveza de Colombia. La tradición de tomar café después de la salida del crepúsculo se ha disipado para siempre, el alcohol etílico pasó a sustituirlo.
Los fósiles de dinosaurios hallados en Sáchica, se trasladan a museos aledaños o según las especulaciones de los habitantes, son vendidos en el extranjero. El monumento de la cebolla , la piedra del castigo, entre otros que se encuentran instalados en el parque principal están en condiciones de deterioro por la carencia de mantenimiento y la oxidación del metal, el sendero del calvario que es utilizado como mirador nocturno no se salva del abandono: inundado por botellas de licor partidas, la maleza apoderada de toda belleza, la casa cultural cerrada, parte del techo de bareque se desplomó.
Presuntamente, la actual administración invirtió en la remodelación de la iglesia municipal cerca de 2500 millones de pesos a pesar de no ser considerada un bien de interés cultural. De hecho, en repetidas ocasiones ha colapsado su infraestructura por el deterioro en el que se encuentra. A escasos metros de la lujosa iglesia, se ubica una estrecha casa donde funciona el museo arqueológico y cultural, con un par ejemplares en miniatura alusivos a los fósiles encontrados en la zona.