En Iza, en Boyacá, el aire es dulce. Y no es un decir. A quien camina por la plaza central del pueblo el olor pegajoso de la fruta en almíbar se le cuela la nariz. Es el anzuelo. Este pueblito boyacense respira a durazno y también respira a mora, a guanábana y a breva cocidas en ese almíbar que con cada paciente hervor les da un brillo único que pareciera como si cada pedazo de fruta hubiera sido sumergido en el sol.
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Las vitrinas de los locales exhiben con orgullo lo que aquí llaman "el tesoro de Iza". En realidad los que ellos exhiben son decenas y decenas de postres bien acomodados, alineados con la precisión de un ejército formado.
En Boyacá saben que Iza es el pueblo que hace romper cualquier dieta con las copas transparentes revelan capas perfectas de natillas, merengues, arequipe y crema de leche. Este es el lugar donde en una sola tienda encuentra arroz de leche, coronado de canela, cuajadas con melao, y postres de natas, cuya textura densa se deshace en la boca como un recuerdo de infancia.
Los fines de semana, afuera de aquellos locales que rodean la Plaza Central no hay espacio para un carro más, mientras que los turistas hacen filas buscando del postre que los hará volver a casa empalagados y con nostalgia de haber partido.
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Iza no es un pueblo de solo dulces. En sus alrededores hay lagunas cercanas que también son llenas de turistas. Este pueblo tiene un aire fresco y a veces frio que baja con afán de las montañas. Propios y extraños llegan hasta aquel pueblo por lo mismo: una cucharada de crema de leche batida hasta el exceso, un pedazo de un cualquier postre.
Cuando las tardes caen sobre Iza, los turistas dejan el pueblo vacío, pero el olor sigue ahí, suspendido en el aire, penetrado en el ambiente, la ropa y sobre todo en la memoria. En Iza, el dulce no solamente un antojo: allí es un oficio con historia, pero sobre todo, una forma de detener el tiempo en una cucharada.
¿Dónde queda Iza?
Está al norte del departamento de Boyacá, a 90 kilómetros al oriente de Tunja, la capital del departamento. Desde Bogotá, son 226 kilómetros, que se andan en carro, en unas tres horas y media. Desde Bogotá hay cinco peajes: Andes, Unisabana, El Roble, Albarrracín y Tuta.
