Colombia cuenta con unos personajes sui generis que francamente producen lástima, como aquellos hombres que se postulan y con suerte ganan curules para Concejos Municipales, Cámara y Senado de la República, sin descifrarse cuál ha sido su palique, verborrea, cháchara o parloteo en épocas de proselitismo, que hacen que las comunidades voten por ellos.
Ahora resulta que un espécimen de esos que se hace llamar 'Honorable Concejal' y que responde al nombre de Diego Devia T., perteneciente al grupo político del Centro Democrático y que dice ser “apasionado por Dios, por mi país y mi ciudad”, no tuvo otra brillante idea sino la de proponer, mediante proyecto de acuerdo, la prohibición del consumo de alcohol en espectáculos taurinos en Bogotá.
Vaya propuesta tan ridícula y absurda la del concejal Devia, desconociendo que a las plazas de toros y en especial a LA SANTAMARIA de Bogotá acuden personajes de bien, cultos, responsables, de modales ejemplares que nunca dan una nota discordante ni dentro ni fuera del coso y que el consumo de un buen vino, viene acorde con el espectáculo en sí del arte de la tauromaquia conjuntamente con la interpretación musical de auténticos maestros que amenizan con pasodobles la tarde.
Concejal Devia, respetuosamente le recuerdo por si no se ha enterado o no lo percibe, que Bogotá se debate en el más absoluto caos vehicular, la más aterradora y preocupante ola de inseguridad, el más descarado catálogo de corrupción de todos los tiempos, el tratamiento más indigno para los usuarios y pacientes de las EPS, el desgreño administrativo de más alto nivel, los registros de maltrato infantil más aberrantes del mundo…y así por el estilo le puedo enunciar un sinnúmero de irregularidades y padecimientos de los bogotanos. ¿Y usted preocupadísimo por proponer la prohibición del consumo de alcohol en los espectáculos taurinos? Qué tristeza y que pena con sus electores que en vez de defender causas de muchísima más envergadura, se muestre embelesado en un tema tan secundario y superfluo.
Parece concejal Devia que no es fiel a su postulado cuando dice “apasionado por Dios, por mi país y mi ciudad”; si fuese así, trabajaría con sinceridad por su ciudad, en beneficio de ella y para beneficio de quienes viven en ella, pero con su actitud represiva y prohibicionista, en vez de ganar adeptos y simpatizantes, lo que gana es antipatía, aversión y desafecto de sus correligionarios… una verdadera pena.
@NestorGiraldoM
