Después de la revolución rusa, y durante la guerra fría, los camaradas comunistas exhortaban a los " proletarios del mundo" a unirse , y hacer la revolución en contra del capitalismo salvaje.
Esa revolución fue una utopía y, hoy se patentiza que es un imposible material por la irrupción de la IA.
En nuestro país el llamado no sería "proletarios uníos" sino "contratistas de prestación de servicios unios", para que cese la explotación laboral y política. Paradógicamente, el gobernamte de turno es un camarada semicomunista y, la explotación continua.
El quid histórico del asunto es que la categoría de proletariado ha desaparecido con la evolución del capitalismo y, lo que es más grave, es que el concepto de trabajo evoluciona hacia su desaparición.
La inteligencia artificial avanza veloz, silenciosa e irreversiblemente.
El actor por excelencia llamado a detener esa amenaza mediante la acción sindical ha sido débil a excepción de Europa y EU.
El sindicato de actores de Holliwood es un referente moderno en esta lucha, a replicar. Por lo tanto el movimiento sindical necesita renovarse , y preparse para estar a la vanguardia de esta lucha.
De no detenerse el avance de la IA , además de la desaparición del proletariado, desaparecerán las burocracias de los Estados, y los contratistas. Ya está demostrado que la IA puede reemplazar cualquier trabajo por complejo que sea.
Tal vez lo único positivo será que la democracia se fortalecerá y tendrá verdaderos representantes que no tendrán que acudir al clientelismo para hacerse elegir, tal vez una democracia digital.