Hace 10 meses, cuando arrancó el proyecto digital, Semana se la jugó con dos espacios de opinión de líneas completamente opuesta: desde la izquierda estaba Poder, dirigido por Ariel Ávila, y desde la derecha Al Ataque, en cabeza de Salud Hernandez-Mora, quien dejó su columna de El Tiempo para jugársela en la propuesta multimedia de Semana.
El programa de Ariel Ávila, se volvió incómodo por sus contenidos frente a la línea editorial de Semana y la cobertura de la Minga fue el detonante. Tienen en común los dos programas que salen del aire la dificultad de lograr grandes audiencias, en un público digital acostumbrado a las noticias calientes y a la velocidad informativa. Ambos tenían un componente importante de reportería costoso para la producción. La gerencia sacó números y las cuentas no daban. Mientras Ariel Ávila pidió explícitamente que sus programas ya grabados no salieran al aire, los del Salud terminarán hasta el próximo episodio que ya está grabado.
Salud Hernández-Mora ya tenía listo igual su salida del programa buscando tener la libertad para hacer reportería por todo el país mientras la pandemia lo permita.