Binoculares en mano y vigilante del meridiano 82 limítrofe con Nicaragua estuvo el procurador Ordóñez en su visita a San Andrés. Muy seguramente buscando algún pez gordo para inhabilitar en el ancho mar, pues no pudo responder concretamente las demandas en el foro sobre ética pública organizado en la isla con la Procuraduría, donde los isleños se quejaron porque los funcionarios públicos no hablan inglés, los millonarios recursos perdidos para las obras de infraestructura del muelle de lancheros y varios escenarios deportivos no aparecen, y menos se atienden las denuncias sobre daño al medio ambiente en la isla, preguntas sin respuesta sobre las que muy seguramente el procurador Ordóñez reflexionó en su turno de guardacostas.
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Con una tutela intentó reversar la decisión de dejarlo sin personería, pero el Consejo de Estado, con ponencia de la magistrada Myriam Gutiérrez, la dejó en firme
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