Como nunca, Alejandro Ordóñez tiene hoy más cara de candidato presidencial que de Procurador General. Lleva una semana dando de qué hablar en los medios nacionales y locales por cuenta de su polémica cruzada en contra de la Ley de Restitución de Tierras. De la mano del presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, el procurador ha visitado las regiones para subir a tarima y arengar en contra del Presidente y la difícil implementación de esa ley, una de las principales banderas del jefe de Estado y estandartes del proceso de paz con las Farc. En San Alberto, César, fue contundente y directo: “Señor Presidente Juan Manuel Santos, amárrese los pantalones y combata a los únicos despojadores: Farc, ELN y Bacrim”. Mientras tanto, en el Congreso y en los círculos uribistas la Representante y esposa de Lafaurie, María Fernanda Cabal, replica cada afirmación de Ordóñez y lo promueve en las redes con mensajes como: “¡Estoy-con-el-procurador hoy y siempre, un hombre ético en toda la expresión de la palabra!”
De la visita del Procurador a Sabanas de San Ángel, Magdalena, el 5 de abril, hizo gran eco el ex presidente Uribe. Desde su cuenta en Twitter envió el mensaje “A Alejandro Ordóñez el pueblo lo ovaciona, al gobierno Santos lo chiflan”, y destacó un video donde se observa que la comitiva del gobierno fue apabullada, mientras que al procurador lo aclamaron. A la bendición del expresidente se sumó una video-columna de otro uribista pura-sangre que salió a respaldar a Ordoñez: Ernesto Yamhure. El comentarista político desde su exilio en Estados Unidos, cuestionó que el gobierno no hubiese facilitado un helicóptero a Ordoñez para acudir al Cesar a su diálogo con los ciudadanos.
Hace un mes Ordoñez decidió abrir una cuenta personal en Twitter (aun cuando la Procuraduría tiene cuenta oficial) y desde allí constantemente fija sus posiciones políticas, lanza críticas al gobierno, y enseña fotos estrechando la mano y rodeado de gente. Ordóñez tiene más de 23 mil seguidores y apenas sigue 76 cuentas, sobre todo a políticos afines a él, periodistas y algunos de sus más recalcitrantes críticos. Sus simpatizantes en las redes promueven etiquetas del tipo #TodosconOrdoñez y ya hasta apareció un logo que incluso usan como profile funcionarios de la Procuraduría
En el terreno político una candidatura de Ordóñez a la presidencia atrae no sólo al uribismo en pleno, también a la bancada conservadora, partido del que forma parte. Alejandro Ordóñez es el potencial candidato de las toldas azules, principalmente de la corriente que dirige la ex candidata presidencial Marta Lucia Ramírez con el respaldo los conservadores que se autodenominan ´´no enmermelados’’. Ordóñez quiere quedarse con el aval conservador y sería el eventual rival del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, en caso que este también decida lanzarse al ruedo presidencial.
El nombre de Ordóñez como presidenciable aparece en el ambiente justo cuando el Consejo de Estado tomó el expediente en su contra para decidir por fin si lo destituye o no. El proceso tiene que ver con una serie de nombramientos que habría otorgado Ordóñez a sus nominadores para viabilizar su propia reelección, meta que logró. Y aunque el procurador lleva tres años planteando recursos para dilatar e impedir que el proceso avance, esta semana dijo que aceptará la decisión sin recurrirla sea cual sea. Aunque paradójico, el mejor escenario ya no para el Procurador sino para el candidato presidencial Ordóñez, sería que el Consejo de Estado lo destituya. Faltando apenas 8 meses para concluir su segundo periodo (ha sido procurador desde 2009) políticamente sería más rentable esa determinación que lo pondría a posar en tarima como víctima, y catapultaría su proyecto político más allá que cualquier eventual candidato del uribismo o del partido conservador.
Si Ordóñez levantó una polvareda cuestionando la ley de restitución de tierras y alineándose con los poseedores que se niegan a que esta vuelva a manos de los desplazados de la violencia, lo que puede ocurrir si bloquea el proceso de paz sería simplemente una hecatombe. Y hay razones para vislumbrarla. Por cuenta del episodio de Conejo, en La Guajira, donde jefes de las Farc se mezclaron armados con la población civil para supuestamente promover su ‘pedagogía para la paz’, el Procurador abrió una investigación formal contra el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas y la cúpula del Ejército. De esta se podrían derivar investigaciones contra otros funcionarios. Dentro de la indagación abierta ya citó, en calidad de testigos, a los negociadores del gobierno en La Habana. El Alto Comisionado Sergio Jaramillo y el jefe de la delegación Humberto de la Calle tendrán que ir a rendir explicaciones a la Procuraduría. Así mismo el ministro del Interior Juan Fernando Cristo. Se trata de los más altos funcionarios de Santos. Ordoñez trata de establecer si en el episodio hubo un despeje de facto, lo cual sería ilegal y generaría gravísimas sanciones disciplinarias. La verdadera gravedad de esas sanciones estaría en su capacidad de descarrilar el proceso de paz. Algo con lo que sueña por igual el procurador y candidato Alejandro Ordóñez.
Twitter: @josemonsal