El caso específico de la reconocida y admirada apneísta colombiana se basa en una serie de trinos que ella realizó en su cuenta de Twitter entre 8 y 10 años atrás, cuando la deportista pereirana tenía alrededor de 18 años de edad. En los mismos deja ver opiniones racistas y clasistas que no guardan relación con el carácter e imagen que proyecta en la actualidad.
Al ser retomados estos trinos por otras cuentas de la red social muchas personas empezaron a preguntarse sí eran ciertos y sí de verdad era la forma de pensar de la deportista. Aunque fue criticada por algunas personas fueron mucho más las voces de apoyo con las que contó. Este es el punto clave, ya que el apoyo recibido se enmarca básicamente en ser una figura reconocida en el ámbito deportivo y tener una indiscutible carrera exitosa en su especialidad. Ya que el mismo caso se ha presentado con personas del común y la reacción ha sido totalmente diferente, ya que estos han sido juzgados de forma mucho más dura por no contar con el reconocimiento de Sofía Gómez y otros deportistas.
Casos aún peores han ocurrido con figuras colombianas destacadas en la música y el deporte. Radamel Falcao Garcia, James Rodriguez y Shakira han sido declarados culpables de delitos de evasión fiscal en España. Delitos por los cuales han debido pagar altas sumas de dinero e incluso con condenas en prisión que no han debido pagar por los acuerdos a los que han llegado o porque las penas son tan bajas que permiten la excarcelación.
El caso del delantero samario de la Selección Colombia y el Galatasaray de Turquía se dio por evasión fiscal durante los años 2012 y 2013 en los cuales hacía parte del Atlético de Madrid. El jugador se declaró culpable el 23 de mayo del 2018 en la Audiencia Provincial de Madrid por este delito y se acogió a un acuerdo que ya tenía con Hacienda por el cual debió pagar una suma que rondaría entre los 7 y 10 millones de Euros. Incluso fue condenando a 16 meses de prisión los cuales debido al acuerdo alcanzado y a que son una condena menor a 24 meses no debió pagar.
En cuanto a James Rodríguez la suma que debió pagar estaría cercana a los 4 millones de Euros. Sin embargo, el problema del volante del Real Madrid, que en un principio también fue acusado por delitos de evasión fiscal, quedó en una simple discrepancia tributaria. Todo se dio en el año 2014, después de su buena actuación en el Mundial de Brasil, cuando fue fichado por el quipo blanco de la capital española. El colombiano presentó la declaración de ese año como no residente en España, pero para la Agencia Tributaria lo debería haber hecho como residente por haber permanecido viviendo en el país más de 183 días, por lo tanto Rodríguez debió tributar el valor correspondiente a este año incluyendo el salario que percibía en el Mónaco de Francia.
A su vez, una de las referentes musicales del país y del mundo, Shakira, también se encuentra inmersa en un juicio fiscal por evasión de impuestos en España en el periodo comprendiendo entre 2012 y 2014. Los fiscales españoles la acusan de evasión de impuestos al dejar de pagar alrededor de 15 millones de Euros, todo porque la cantante barranquillera traslado su residencia oficial a Bahamas durante estos años, a pesar de vivir en España con su esposo y su familia. Hacienda explica que sus viajes a Bahamas correspondían a periodos cortos por cuestiones profesionales pero que radicaba en Barcelona y que por lo tanto debería de haber tributado como residente española.
Ninguno de los anteriormente citados recibió rechazo de sus fanáticos o fue puesto en el ojo del Huracán por sus acciones, a pesar de que la mayoría de personas no estén de acuerdo con las mismas. A su vez están acciones les han sido ´perdonadas´, por decirlo de alguna forma, por el único hecho de que sean figuras públicas e idolatradas por las masas. Todo esto no se hubiera dado de la misma forma si el autor de ellas hubiera sido una persona del común que seguramente hubiera tenido que afrontar diferentes comentarios en contra y un juzgamiento fuerte por lo que hicieron.
Todo esto nos lleva a pensar que existe un privilegio por las personas admiradas, que se han ganado esta admiración por talentos innegables, pero que a su vez son ignoradas o perdonadas sus malas acciones por el simple hecho de tener reconocimiento público. Este es el actual privilegio de los admirados que incluso en el caso específico de Sofía Gómez la ha llevado a pasar de victimaria con sus comentarios a víctima.
