26.000 toneladas de maíz es el primer cargamento de grano represado que sale de Ucrania desde el comienzo de la guerra, hace cinco meses.
El primer buque mercante que reanuda las exportaciones salió este lunes 1 de agosto en virtud de un acuerdo de paso seguro, bajo supervisión internacional, pactado el 22 de julio en Estambul entre representantes de Ucrania, Rusia, Turquía y Naciones Unidas y del que se espera, ayude a aliviar la crisis alimentaria mundial.
"El navío 'Razoni' zarpó del puerto de Odessa con destino al puerto de Trípoli, en Líbano. Se espera que llegue el 2 de agosto a Estambul (a la entrada del Bósforo). Seguirá su ruta hacia su destino tras las inspecciones que se llevarán a cabo" en Turquía, anunció el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.
En una entrevista con la agencia estatal Anadolu de Turquía, Akar advirtió que la crisis alimentaria mundial amenazaba con desencadenar "una seria ola de migración de África a Europa y a Turquía".
Por su parte, el ministro ucraniano de Infraestructura, Oleksandr Kubrakov, explicó que un barco de bandera de Sierra Leona es el encargado de transportar las primeras toneladas de grano a través del Mar Negro desde la invasión rusa.
"El primer barco de grano desde la agresión rusa ha dejado el puerto", confirmó el ministro en Twitter, publicando un video del largo buque sonando mientras se dirigía lentamente hacia el mar.
En su cuenta de Facebook, Kubrakov recordó que Ucrania es el cuarto mayor exportador de maíz en el mundo, "por lo que la posibilidad de exportarlo a través de los puertos es un éxito colosal para garantizar la seguridad alimentaria mundial".
16 barcos más, todos bloqueados desde el comienzo de la invasión a gran escala, están esperando su turno en los puertos de Odessa.
Kubrakov añadió que los envíos también ayudarían a la economía de Ucrania, destrozada por la guerra. "Desbloquear los puertos proporcionará al menos 1.000 millones de dólares en ingresos de divisas a la economía y una oportunidad para que el sector agrícola planifique para el próximo año".
Dentro de lo firmado hace 10 días, también se contempla garantizar a Moscú la exportación de sus productos agrícolas y fertilizantes, a pesar de las sanciones occidentales.
En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó la partida del barco como "muy positiva", diciendo que ayudaría a probar la "eficiencia de los mecanismos que se acordaron durante las conversaciones en Estambul".
Líbano, esperanzado en aliviar su crisis alimentaria
Entre 20 y 25 millones de toneladas de granos han estado bloqueadas en los puertos ucranianos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, lo que ha disparado los precios. Rusia y Ucrania son grandes potencias agrícolas, y su trigo, maíz y girasol, en particular, abastecen el mercado mundial.
El maíz se dirige al Líbano, país donde una explosión el 4 de agosto de 2020 en su puerto principal de Beirut destrozó su capital y destruyó los silos de grano, una parte de los cuales colapsaron este domingo luego de dos semanas de un incendio en el sitio más dañado de los silos.
La nación de Medio Oriente sufre una de las peores crisis financieras del mundo en más de 150 años, como lo describe el Banco Mundial. De ahí que, este primer cargamento, sea esperado para paliar su crisis interna.
El país importa principalmente trigo de Ucrania, pero también compra maíz para hacer aceite de cocina y para producir alimentos para animales.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, ha calificado el día de "jornada de alivio para el mundo, especialmente para nuestros amigos de Medio Oriente, Asia y África, cuando los primeros cereales ucranianos dejan Odessa después de meses de bloqueo ruso".
Mientras, el secretario general de la ONU, António Guterres, aplaudió la reanudación de las exportaciones y dijo esperar que otros barcos comerciales puedan zarpar y aportar "la indispensable estabilidad y asistencia a la seguridad alimentaria mundial, especialmente en los contextos humanitarios más frágiles".
Residentes de Odessa, con sentimientos encontrados
Los residentes de Odessa reaccionaron con sentimientos encontrados cuando el primer barco zarpó. Olena Vitalievna, habitante del puerto señaló que estaba complacida de escuchar el silbato del barco por primera vez. "Finalmente, la vida comienza a avanzar y hay algunos cambios en una dirección positiva", dijo.
Sin embargo, otros residentes son más escépticos, con preocupaciones sobre la respuesta de Rusia. "Por lo general, no está claro qué esperar del país agresor", afirmó otra mujer que solo dio su nombre, Taisia, y agregó que estaba preocupada porque tenía amigos a bordo del barco que zarpó.
No obstante, la reanudación de los envíos de granos se produce a medida que los combates se intensifican en otras zonas de Ucrania. La oficina presidencial en Kiev informó que al menos tres civiles murieron y otros 16 resultaron heridos por los bombardeos rusos en la región de Donetsk en las últimas 24 horas.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, llamó nuevamente a todos los residentes para que evacúen, haciendo hincapié en la necesidad de sacar a unos 52.000 niños que aún quedan en la región.
Poco después de que el acuerdo de envío de grano se firmó el 22 de julio, un misil ruso apuntó a Odessa. Los analistas advirtieron que la continuación de la lucha podría amenazar el acuerdo de granos.
"El peligro persiste: la región de Odessa se ha enfrentado a constantes bombardeos y solo los suministros regulares podrían probar la viabilidad de los acuerdos firmados", dijo Volodymyr Sidenko, miembro del grupo de expertos Razumkov Center, con sede en Kiev.
"La salida del primer buque no resuelve la crisis alimentaria, es solo el primer paso que también podría ser el último si Rusia decide continuar los ataques en el sur", puntualizó Sidenko.