Una persona que arrienda un apartamento en Chicó puede pagar hasta 5 millones de pesos mensuales. Allí han vivido durante muchísimos años familias tradicionales de Bogotá que han visto cómo el lugar de sus nostalgias, de su pasado, se está transformando en un infierno. Primero fueron los locales comerciales que ahogaron sus calles, después vendría algo peor, las prostitutas.
Este video se hizo un viernes. Eran las 10 de la noche, una hora en la que todavía los vecinos de este barrio pueden caminar sus tranquilas calles, aunque tranquilas es un término que puede aplicarse al pasado. Con cámaras comprobamos que la prostitución se ha tomado el barrio y el emblemático Parque Francia que está al frente de Francicentro.
Una trabajadora sexual cobra por sus servicios entre 30 mil y 100 mil pesos. Incluso, ofrecen felaciones por 30 barras. Estas prácticas se realizan al aire libre y el Parque está funcionando como la habitación de un hotel de paso.
En este video se ve cómo nuestro periodista aborda de manera directa a una de las trabajadoras sexuales y ella sin cortapisas ofrece una banca del parque para efectuar su trabajo. Cada día, sectores de Bogotá que antaño fueron considerados respetables como el Parque de la 93 o esta parte del Chicó ven cómo se degradan sus calles sin que la alcaldesa Claudia López haga nada.
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