A pesar del toque de queda de 48 horas y la ley seca, varios habitantes de este apartado departamento hicieron caso omiso a las medidas adoptadas por el gobierno departamental, que en forma afanosa busca evitar el contagio del virus que hoy cobra 1033 infectados y 40 fallecidos en una población de 285.000 habitantes según el último censo DANE.
En la noche del sábado, el alcalde de Mocoa, Jhon Jairo Imbachi, se dio a la tarea de recorrer la ciudad, tanto en el área urbana como rural, y se sorprendió con varias fiestas hasta con una juega de gallos, las cuales tuvo que terminar.
Mientras él apagaba fiestas COVID, el comandante de la Policía del departamento (coronel Francisco Gelvez Alemán) inspeccionaba varios municipios del medio y bajo Putumayo, donde el panorama era similar al de Mocoa: muchas fiestas, encuentros deportivos y personas en los ríos de paseo.
En el barrio Los Sauces de la capital del departamento se denunció la realización de un campeonato de microfútbol, donde centenares de personas participaban y había varias de ellas consumiendo bebidas alcohólicas. Allí, luego de la intervención de las autoridades, se registró una trifulca entre uniformados y comunidad, dejando como saldo dos policías heridos con golpes en la cabeza ocasionados con piedras.
Un llamado
Buanerges Rosero Peña, gobernador del Putumayo, hizo un llamado a la comunidad en general para que acate las disposiciones adoptadas mediante decreto para evitar el aumento del contagio.
Así mismo, reiteró que el pico y cédula, el toque de queda entre semana (de 6:00 p.m. a 5:00 a.m. del día siguiente) y el del fin de semana (de 48 horas, que inicia los viernes a las 6:00 p.m. y termina el lunes a las 5:00 a.m.), la ley seca, entre otras disposiciones, no son medidas de represión ni de castigo sino de prevención ante el aumento de los casos y ante una red hospitalaria muy débil para atender la pandemia.
“La COVID-19 no es un juego, es una realidad que estamos viviendo. Hoy me tocó a mí y a mi familia vivirlo en carne propia donde vi de cerca la muerte pero gracias a papito Dios, y mamita María estoy salvado”, subrayó el mandatario.
"Las fiestas COVID son un verdadero caldo de cultivo de brote señaló", agregó, y luego anunció que la policía tuvo que crear la línea cazainfractores (3123792627) para que la comunidad denuncie la realización de actividades no permitidas.