El protagonista principal del Festival de Música de Cartagena fue el artista colombiano Pedro Ruíz. Sus cuadros fueron la escenografía de los conciertos. Él, con su mundo en otra historia, fue panel de fondo mientras la música sonaba en los diferentes escenarios de Cartagena Morena. El tema: el amor es el tema que se une a la música. El ritual de oir sonoramente a los otros. Y tuvo como título Lugar Común
Unos de los mejores libros de Tomás Eloy Martinez el maravilloso escritor argentino es Lugar común la muerte. Ahora se trata de lo contrario. El amor también es un lugar común y en su bella utopía de un hombre que cree en los hombres y apoya los más infinitos propósitos. Sobre el amor y la ecología anota:
“Abre Tu Corazón es ahora un logotipo de una fundación que lucha por preservar bosques y cultura en el Caquetá.
Corazón de mango, 2018
Corazón de Mango se refiere a un poema de Raúl Gomez Jattin que dice más o menos así: Tengo para ti mi buen amigo un corazón de mango del Sinú oloroso genuino amable y tierno (El resto del poema nos previene porque por lo demás es mejor no encontrárselo por la calle)
Corazón llanero, 2018
El Corazón llanero es un bronce en cuyo centro está pintado un paisaje de los Llanos con su correspondiente palma de moriche.
Directo al corazón: lo usamos siempre: Una esta frase que se refiere a un hecho violento, Aquí la idea es darle valor a un hecho amoroso.”
Directo al corazón, 2018
Pedro Ruiz ha atravesado distintas etapas. En algún momento pensó que los libros son parte integral de una educación y así creó su obra bella como lo es Biblioteca Natural. Que con Oro nos presenta la ambición humana y terrenal. El oro se puede ver desde dos puntos de vista. Oro como pensamiento donde se descubren tesoros humanos o el que mueve montañas de amor y el otro, esquemático, que ya lo hemos presenciado en estos días en nuestro país, que se suma a las ambiciones del poder que no termina. Temas que parecen ingenuos, pero siempre se encuentra presente el lado de la realidad y el conflicto armado con las drogas y el desplazamiento.
En esas bellas barcas pobres, la gente lleva la tristeza de perderlo todo mientras deambula sin destino. Mientras reman sus embarcaciones primarias, llevan en su alma la soledad criminal de haber perdido en la guerra sin nombre. El desposeído derrotado lleva su desentierro en el alma y también carga siempre un sueño en la cabeza.
Extrañamente, en su trabajo no existe la tragedia sino la dignidad. Seres humanos que no han bajado la cabeza, salvan sus vidas sin mirar atrás. Son definitivamente obras que mantienen una estética sutil de una calidad perfecta que no proyecta la fuerza de sus mensajes, sino que simula una frescura inédita.
Sus otros trabajos eran unos aviones que aun dejan en el aire la estela de la muerte y la miseria. Las fumigaciones de glifosato de Monsanto son conmovedores porque quieren la tierra para sus semillas transgénicas.
Pero, como decía recientemente una publicación norteamericana “Entre el año 2000 al 2010 a Colombia se les desembolsó USD 668 millones anuales para combatir la producción de estupefacientes”. Esta barbaridad infame: envenenar a campesinos colombianos, causarles la infertilidad de la tierra y por otro lado condenarlos de la pobreza a la miseria, no tiene perdón de Dios. La serie sobre las fumigaciones, tiene el título irónico de Love is in the air porque el artista asume que alguna canción liviana y común van tarareando los pilotos. Mientras matan a los seres humanos, los condenan a deformaciones genéticas y al temido cáncer a los humanos colombianos. Nada peor que ser víctima del consumo. Nada peor que no tener respuestas concretas a la corrupción que está tanto acá como allá. No veo a un colombianito vendiéndole coca a los ejecutivos en Nueva York o en Washington. Porque se trata de una larga cadena de corrupción con aliados.
Otro componente que sigue la ruta en la obra de Pedro Ruíz son las amapolas que pinta sobre papel publicitario. Sella varias estéticas de la flor mientras, en el fondo, se ven las caras de las de los posibles consumidores. Nadie ve más allá. La imagen busca el común de una conciencia colectiva donde el comercio y el consumo de la droga tienen caras bonitas de los avisos publicitarios.
El tema del Oro como tema de trasfondo, ha sido desde el comienzo una metáfora con múltiples significados en su trabajo. Y tiene mil implicaciones: significa explotación y devastación de los recursos ambientales, pero también recalca el valor del mineral preciado que retoma la grandeza de los pobladores prehispánicos y que fue el motor de los colonos españoles. También puede ser el símbolo del metal precioso o la oportunidad de encontrar en algún lugar o una persona una fuente vital de felicidad. Una explicación espiritual a un mineral precioso.
Los desplazamientos a causa de la violencia entre los distintos ejércitos están representados por delgados seres que reman una barca en algún río, mientras llevan su pedazo del alma amarrado a un árbol, o en la libertad del vuelo de mariposas azules que persiguen el destino errante del viajero sin tierra. Las mariposas también son uno de los temas en la obra donde la fragilidad y la trasformación giran dentro de la obra de Pedro Ruíz.
Colombianas Ligeras es otra bella serie. Negras bellas y pobres, llevan en la cabeza el mundo de los recuerdos y en un platón como las lindas negras de Palenque, trasportan como desplazadas, pedazos de su realidad.
Sus seres ideales son los indígenas y la raza negra, su sueño es el humanismo y la bondad de la naturaleza y sus cuadros son una cadena inevitable de la cruel realidad.