Jaime Alberto Pérez Charris apareció muerto y tirado en un barranco junto con su esposa en un paraje de la vía entre Las Flores y La Playa en la ciudad de Barranquilla. Casualmente, Pérez Charris debía cumplir una citación dos semanas más tarde en la Fiscalía para declarar en el caso del almirante Gabriel Arango Bacci, luego de haber reconocido que hizo parte de un montaje en su contra, orquestado por la Fiscalía que dirigió Mario Iguarán.
Gabriel Arango Bacci fue almirante de la Armada Nacional durante 36 años, pero cuando estaba a punto de ser nombrado comandante de esta fuerza, salió enlodado en medio de un escandalo por presuntos nexos con el narcotráfico que lo mantuvieron un año en prisión, hasta que la Corte Suprema de Justicia, por decisión unánime lo declaró inocente. En el fallo del alto tribunal también se ordenó investigar al entonces ministro de Defensa, el hoy presidente Juan Manuel Santos; así como también al almirante Guillermo Barrera, al capitán Jose Luis Tovar y a tres falsos testigos, entre ellos, el asesinado Perez Charris.
Desde que se conoció la decisión de la Corte en diciembre de 2009, se ha venido destapando un montaje en contra del alto oficial. El fiscal Eduardo Montealegre, en cumplimiento de dicho fallo, citó a interrogatorio para el próximo mes a los tres falsos testigos en contra de Arango Bacci.
Uno de ellos era Pérez Charris, un desmovilizado de las autodefensas que hacia parte del programa de protección de testigos y que dijo haber visto a Arango Bacci reunido con un narcotraficante. Posteriormente, en una declaración ante la Procuraduría desmintió su testimonio y denunció a los siguientes funcionarios: al entonces director del programa de protección de testigos de la Fiscalía, José Gilberto Martínez, al fiscal sexto delegado ante la Corte, Omar Zarabanda y a la exdirectora del CTI, Marylu Méndez. A todos ellos los acusó de estar detrás de un gran montaje y de haberle entregado dinero por declarar contra el alto oficial.
El testimonio que Jaime Alberto Pérez Charris le dio a la Procuraduría, quedó engavetado durante más de tres años. Pero justo cuando se abrió una nueva investigación en contra de los que presuntamente querían acabar con la carrera de Arango Bacci, el testigo apareció muerto. Esta es una parte de lo que dijo en su momento Pérez Charris:
“Lo que quiero es denunciar principalmente todos los abusos de los que estoy siendo víctima junto con mi familia por parte del Programa de Protección a Víctimas y Testigos, en cabeza del señor JOSÉ GILBERTO MARTÍNEZ y con conocimiento y consentimiento de él mismo, debido a que no me quise seguir prestando al montaje que este personaje en compañía del doctor OMAR ZARABANDA y la Doctora MARILU MÉNDEZ, armaron en contra del Almirante Gabriel Arango Bacci, Digo no me quise porqué inicialmente accedí a su propuesta y falsamente denuncie hechos vinculando al mencionado almirante que son completamente falsos y que me fueron constreñidos por estos tres personajes, incluso me dieron un dinero cantidad de Un Millón ochocientos mil pesos($1.800.000), para que siguiera prestando a dicho montaje, como yo me negué rotundamente y esquive las maneras posibles seguir participando en este montaje estos personajes valiéndose del poder que tienen al pertenecer a la llamada cúpula de la Fiscalía, han tratado por todos los medios intimidatorios oficiales y extraoficiales que siga siendo parte de este complot a tal punto que fuimos envestidos en compañía de mi compañera seentimental quien se encontraba embarazada y mi hija menor de cuatro años por una camioneta marca Cherokee color verde de placas FLA 520, que se dio a la fuga y que sorpresivamente tuvimos oportunidad de identificarla en los parqueaderos del bunker de la Fiscalía. (….) “Otra de las presiones que recibo por parte de la Fiscalía es la constante amenaza de ser excluido del programa por no asistir a las diligencias judiciales que se adelantan en contra del almirante Arango Bacci, sin tener en cuenta los seis años que llevo en el programa de protección” (….) “El montaje a lo que a mí concierne fue dar la declaración que di constreñida por los doctores Martínez y Zarabanda, en relación a que había visto el mencionado almirante en una reunión que eventualmente nunca existió y la doctora Marilú Méndez, quién giró el cheque por millón ochocientos mil pesos para que Víctor Malaver lo cambiara y me entregara el efectivo, cheque que fue cambiado en el Banco Popular que se encuentra frente a Colferias, al principio de octubre de 2008”
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