Canacol Energy anunció que por decisión propia terminó el contrato de venta de gas a largo plazo con Empresas Públicas de Medellín (EPM). El megaproyecto incluía la realización de un gasoducto de 300 km entre la planta de tratamiento en Jobo que recoge el gas natural producido en sus campos cerca de la costa caribeña hasta la ciudad de Medellín, valorado entre US$450 millones y US$500 millones, debería comenzar a operar diciembre de 2024.
El gasoducto era parte un primer acuerdo firmado en agosto de 2021 con las Empresas Públicas de Medellín para suminístrale gas por 12 años, donde inicialmente transportaría 21 millones de pies cúbicos, cifra que se elevaría a 54 millones a diciembre de 2025. Este gasoducto era la primera fase del gasoducto Noroccidente con el cual Canacol esperaba llevar gas a Bogotá y Cali, en planeación se encontraba una segunda fase Medellín – Mariquita de 139 km y en una tercera fase Mariquita – Bogotá de 105 km.
El proyecto brindaba seguridad energética a los clientes del interior del país, dado que los campos de gas de Ecopetrol ubicados allí comenzarán a declinar en el 2024.
Canacol argumentó que la demora en el otorgamiento de la licencia ambiental, que se tenía proyectada para julio de 2023, es una de las razones para abandonar el contrato, adicional a un patrón de obstáculos legales, sociales y de seguridad cada vez mayores que han surgido en los últimos meses. Entre otras cosas, Canacol aseguró que para tomar esta decisión también tuvo en consideración las dinámicas dentro del mercado de gas colombiano y su interés en invertir en sus programas de exploración de gas natural en la Cuenca del Valle Medio del Magdalena y en Bolivia.
La empresa canadiense, es a través de sus filiales CNE Oil and Gas, y Geoproduction Oil and Gas Company, la compañía independiente de exploración y producción de gas natural terrestre más grande de Colombia, el principal suministrador de gas de la Costa Atlántica, con más del 50 % mercado.
Durante 2023, Canacol invirtió aproximadamente $6 millones en el proyecto Jobo Medellín, para lo cual había escogido al consorcio chino Shanghai Engineering and Technology Corp (Setco) para construir la primera fase del gasoducto conectando el nodo Jobo-Medellín, quienes iban a ser los responsables de pagar el 100 % de su construcción, serián los dueños y encargados de operarlo y mantenerlo. La cancelación del contrato BOOM con SETCO no incurrirá en ninguna penalidad para la gasífera.
EPM indicó que está analizando la comunicación que recibió sobre el particular este jueves 19 de octubre, con el propósito de definir las acciones que adelantará.
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