El Partido Comunes, cuyo presidente es Rodrigo Londoño, -Timochenko- y está integrado por comandantes de las Farc que lideraron la negociación y que hoy son senadores y representantes había tenido el monopolio de la comunicación y el apoyo a proyectos productivos durante los gobiernos de Juan Manuel Santos e Iván Duque. Con la llegada de Gustavo Petro y su propuesta de paz total, las cosas cambiaron radicalmente.
La oficina del alto comisionado para la paz en cabeza de Danilo Rueda tiene interlocución además de Comunes (que reúne menos del 40% de los desmovilizados de la guerrilla), con la MAR -Mesa autónoma de reconciliación- en la que están entre otros comandantes Victoria Sanguino y Joaquín Gomez, críticos del manejo dado por los hoy senadores y representantes ex Farc, y con Corpo Reconciliación el grupo que ha reunido Andrés Paris.
Para completar el propio Presidente ha anunciado la apertura de diálogo con las Disidencias de las Farc que maneja Iván Mordisco y con la Segunda Marquetalia que lideran Iván Márquez y Walter Mendoza, dos reconocidos comandantes que regresaron al monte y retomaron las armas. El dialogo con este sector no es fácil de aceptar por el partido Comunes ya que este nació de una ruptura frontal con ellos, después de haber estado en la misma foto firmando la paz con Juan Manuel Santos. A este grupo pertenecieron Jesús Santrich, El Paisa y Romaña, reconocidos guerrilleros de las Farc que murieron.
Aunque Timochenko ha querido rectificar sus declaraciones públicas, quedaron grabadas sus afirmaciones cuando incluso llegó a decir que los desmovilizados sentían más seguridad con Duque que con este gobierno. En el petrismo lo dicho fue muy mal recibido, habida cuenta de los 350 ex combatientes muertos violentamente en el gobierno Duque.
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