A menos de ochos días para que Colombia elija al próximo presidente, Iván Duque se convierte en la esperanza de una generación cansada de la politiquería y el clientelismo electoral.
Entre el populismo de Petro y el continuismo de Vargas, Duque representa una realidad que queremos vivir hoy. Los colombianos necesitamos un presidente que prometa lo que pueda cumplir, y no un realismo mágico de una supuesta Colombia Humana que tiene como antecesora una fracasada Bogotá Humana.
El pollo se convirtió en gallo y sacó sus espuelas para derrotar al que quiere convertirnos en una segunda Venezuela y al que quiere seguir con las política de mermelada y corrupción, que hoy nos tienen al borde de una crisis social.
Educación universal y de calidad es la meta, pero el vehículo no puede ser la misma propuesta que utilizó el tirano vecino para iniciar su dictadura y que hoy Petro lleva a las plazas públicas en burla de los colombianos.
Educación completa desde las matemáticas hasta las artes, en una única jornada. La creación de centros Sacúdete (Salud, cultura, deporte, tecnología y emprendimiento) como puntos de encuentro para jóvenes, evitando situaciones de embarazo adolescente, pandillas y vandalismo, es el vehículo adecuado para lograr una Colombia con emprendimiento. La Colombia de Duque presidente.
Un plan viable para generar 1,5 millones de soluciones habitacionales en los próximos cuatro años, con la construcción de 900.000 viviendas nuevas, y el mejoramiento de 600.000 viviendas (baños, cocinas y suelos dignos, con servicio de gas y refuerzos estructurales), de las cuales 180.000 serán en zonas rurales; extender el programa de financiamiento de vivienda de 20 a 35 años, para que, a su vez, se pueda ampliar el monto de financiamiento del 70% al 80%; y ampliar el programa de arriendo con opción de compra, para que el ciudadano pueda adquirir vivienda y pagarla en cuota de arriendo, es una Colombia con equidad. La Colombia de Duque presidente.
Y mientras la opción del continuismo de Santos propone mano amiga con los narcoterroristas de las Farc, prohibir en la Constitución la existencia del narcotráfico como delito político conexo. El narcotráfico como delito no amnistiable en Colombia es la propuesta del gallo dispuesto a defender los intereses supremos de los colombianos. Una Colombia con legalidad, la Colombia de Duque presidente.
El gallo más joven, el que representa al 73% de los colombianos menores de 45 años, el que veían como un pollo y hoy tiene listas sus espuelas de gallo para defender a Colombia, ese es Iván Duque, el candidato que hoy ha logrado unir a las bases de los partidos políticos y que representa la esperanza de una verdadera renovación política.
Este 27 de mayo la responsabilidad es nuestra, las urnas nos esperan y la democracia está lista para celebrar, Duque presidente.