¡Señores, estamos en época de elecciones!, momento en el que los candidatos de las diferentes ideologías políticas realizan campañas que exhiben todo tipo de propuestas bienintencionadas, las cuales estarán enfocadas al mejoramiento del país y a promulgar el desarrollo del bonito valor de la igualdad social, y que serán reforzadas por imágenes, lemas, obsequios y visitas a los lugares más populares y marginados de nuestra sociedad, con el único propósito de conseguir votos para subir al podio. Sin embargo (me atrevo a afirmar), que esas esperanzas de equidad que nos prometieron en un principio, se olvidaran tan pronto el rey de la contienda electoral se ponga su cetro y su corona, entonces en ese instante, nos lamentaremos del terrible error que habremos cometido.
No obstante, he logrado encontrar con gran dificultad, al político ideal, y he decidido ponerlo a alcance de todos los lectores, con el objetivo de guiarlos por el buen camino democrático y evitar todas las calamidades que nos acarrea una decisión tomada a la ligera. Sé que quizás muchos de ustedes no creerán, otros dudaran y otros no les quedara más que aceptar que estoy promulgando la verdad, pero les aseguro que este personaje, que se hace llamar Descabellado Idealista, es un individuo bastante interesante e inteligente; sus planteamientos son concretos y nos ofrecen la verdadera posibilidad de cambio que tanto necesitamos. Sus propuestas, no solo se centran en acabar la indigencia mediante la expulsión del país de todas aquellas criaturas sumidas en la triste pobreza, sino que también se orientan en concluir la guerra que durante tantos años ha afectado a Colombia, en el momento preciso en el que se determine exterminar a la guerrilla, no por el camino
violento, sino por el pacifico, es decir, aventurándose a desarmar a los insurgentes por medio de una cátedra educativa dictada nada más y nada menos que en la selva, llevando tablero y tiza para que puedan entenderse mejor las ideas.
Otras de sus propuestas, se basan en recuperar, evolucionar y/o modernizar el sistema de salud que poseemos, de manera que, “acabaremos con todo problema que exista en el sistema de salud, de modo, que quién no tenga el dinero suficiente para pagar el servicio, es mejor que no asista y no insista en que se le atienda en alguna clínica u hospital que este cerca; que se muera en su respectiva vivienda”.
Así mismo, expresó el plan que posee para lograr terminar con el desempleo, pero ¿de qué forma? “Finiquitaremos el desempleo de una manera muy sencilla: Quienes no lleguen a conseguir un empleo en un plazo de tres semanas, recurrirán a la divertida y entretenida actividad de la mendicidad. Las personas que no alcancen a recolectar en máximo un mes, una cifra igual o mayor a diez millones de pesos colombianos ($10'000.000), conformaran el selecto y popular grupo de los pobres, cuyo destino fue anteriormente mencionado”.
La educación no podría quedarse por fuera del plan de gobierno de nuestro admirado personaje, Descabellado Idealista, puesto que él estructuró de manera cautelosa, el siguiente proyecto: “Todo joven y adulto que pretenda acceder al servicio educativo, debe primero examinar su bolsillo, de forma, que aquel que no posea el dinero adecuado para costear sus estudios, que no sueñe con crédito alguno, porque para eso Dios creó el trabajo. Así pues, la persona que no logre conseguir trabajo, o logre conseguirlo, pero con un sueldo insuficiente para poder pagar el precio que requiere ser instruido, que recurra a mendigar o a resignarse a quedar por fuera de una universidad".
En cuanto a lo que se refiere a la educación infantil, Descabellado Idealista argumenta: “Niños reclámenle a sus padres por no haberlos colocado a estudiar, denúncielos ante el papá estado, que éste los sancionará. Eso no será aplicable en el caso en que el infante acuda a una escuela, pero no pueda asistir a ella por motivos relacionados con la necesidad de adquirir alimento; de ahora en adelante, criatura que vaya a un colegio sin nutrirse, será devuelto por la institución educativa y no podrá ingresar a ella, a menos que provenga de su casa debidamente alimentado”.
La dosis personal ha levantado un gran debate, pero para dejar tanto lío con este tema, nuestro candidato propone: “No prohibiré la dosis personal, pero en pro de la equidad social, todos tendremos que empezar a fumar”.
“A la corrupción no se le combatirá, el pueblo asumirá las consecuencias de sus malas decisiones, y por ende, se responsabilizará al mismo por la recuperación de los dineros perdidos, de los bienes robados y las construcciones y entregas retrasadas; ellos verán cómo se las arreglan”, agrega Descabellado Idealista.
De esta misma forma, sentencia que si llega al poder y las fuerzas oscuras tratan de arrebatárselo, realizará una tutelatón y un balconazo prolongado, que defienda los derechos de él y de quienes lo eligieron.
Por esto y por muchas razones más es que digo: ¡Qué Zuluaga, qué Peñalosa, qué Ramírez, qué Clara López, qué Santos y qué nada….aquí necesitamos a un político de verdad, al “político Ideal”!
Amalín Martínez
@amitadejasmita