El sucesor al trono de Catar es un hombre notable en su país. Fue oficial de policía de patrulla de rescate, graduado como abogado en el Líbano y en Inglaterra, en la Universidad de Durham, obtuvo su título de científico. Desde el 2005, cuando entró al gobierno al frente del Partido Independiente, es un referente de la política de ese país y, a diferencia de otros jeques, su cruzada contra el terrorismo es determinante ya que ha decidido combatirlo con todo.
Forma parte de la organización del Mundial de Catar y estuvo en el ojo del huracán por las pésimas condiciones en las que trabajaban los obreros que erigieron los imponentes estadios que serán sede del evento deportivo más importante del mundo en el 2022.
El fútbol lo enferma, es presidente del Lekhwiya SC y del Al-Rayyan, el equipo que tendrá desde el mes de octubre a James. De su chequera saldrán los 11 millones de dólares que ganará el colombiano en ese país, argumento que lo convenció para ir a Asia a jugar al fútbol.
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