Gustavo Petro viajó a Washington para denunciar ante la OEA y congresistas norteamericanos el presunto encubrimiento por parte del Estado del atentado que sufrió en la manifestación en Cúcuta. La entrada al capitolio la logró gracias a su cercanía con el congresista demócrata Keith Ellison, un viejo amigo suyo. El representante por el estado Michigan es a sus vez vicepresidente del Partido y pasó al historia por haber logrado llegar al Congreso, desde hace doce años, siendo musulmán: juró el cargo sobre un Corán, el libro sagrado de los musulmanes. Petro aprovechó el escenario del Congreso para hablar de su situación de seguridad pero también para advertir sobre posibles fraudes electorales en las elecciones presidenciales del 27 de mayo, y volverá a hacerlo este jueves ante la OEA.
El poderoso amigo gringo de Petro
El vicepresidente del Partido Demócrata Keith Ellison le armó el escenario para denunciar riesgos contra su vida y el conteo de votos