Sin duda alguna, la revista Semana es la revista de análisis político más influyente en el país; sin embargo, su poder reside mucho más allá de solo informar: pautar políticamente en ella significa tener una victoria en un escenario donde muy pocos logran llegar.
Hace poco el exgobernador de Santander Richard Aguilar, ahora candidato al Senado por Cambio Radical, tiene algunos artículos en el portal digital de Semana, incluso en una pestaña en su página de inicio. Ver: Pauta política de Aguilar en Semana
Sin importar lo los costos de su pauta esto nos lleva a preguntar, ¿por qué estos candidatos de calibre logran tener tanto poder mediático? Cuando digo de calibre es porque el señor Richard Aguilar es hijo del coronel retirado Hugo Aguilar Naranjo, quien también fue gobernador de Santander y en el 2011, durante su campaña de reelección, fue detenido y condenado por parapolítica a nueve años de cárcel, exactamente por tener nexos con las AUC y por el delito de concierto para delinquir agravado.
El poder del clan Aguilar en los santanderes (como el de muchos adinerados que se presentan como políticos) se sostiene en muchos factores, tanto mediáticos como económicos, pero es el dinero el eje principal por el cual una elección política se determina en victoria o fracaso.
En Colombia, el político tiene en su ministerio al banquero o a una figura de muchísimo poder económico sin importar su procedencia, ¿por qué? El poder yace en hechos abstractos del dinero, el dinero logra pensar y dirigir, y por tal razón el político y el adinerado son fuerzas inseparables que buscan el mismo fin: el poder.
Alejándonos un poco del ejemplo con el clan Aguilar y su gabinete mediático, alguna vez Oswald Spengler dijo: “si se entiende por democracia la forma que la tercera clase (la burguesía), como tal, desea imprimir a toda la vida pública, entonces hay que añadir que democracia y plutocracia significan lo mismo”. El poder de la democracia actual en Colombia podría decirse que emergió en la modernidad gracias al espíritu del dinero, al espíritu burgués, y esto se ha logrado sobre la base de la civilización racionalista del derecho de todos a enriquecerse sin importar los medios, sin importar la forma más mezquina e individualista. Nada diferente a la realidad sociopolítica que se rige Colombia.
No obstante, la sociedad de masas en la que vivimos hoy en día se representa en base de sus representantes elegidos. La sociedad en la modernidad es en base popular, y por ello no vota por el más inteligente sino por el más popular en base de que representa a la mayoría (refiérase ad populum), no por el más apto para gobernar sino por el más popular, no importa si es un inepto administrativamente o un idiota plutócrata, lo que importa es que sea el más popular (argumentum ad populum). Y esto se debe a todos populares que pueda ganar un candidato, la mayoría de veces a través del dinero.
La corrupción está muy ligada al poder del dinero, por ello cito algunos ejemplos:
- El exsenador Juan Carlos Martínez Sinisterra hace actividad política, aunque haya sido condenado por nexos directos con el bloque narcoparamilitar Calima de las AUC.
- Álvaro García Romero y Joselito Guerra de la Espriella hacen mitines políticos para sus curules en el Congreso, aunque estén condenador por parapolítica.
- El exgobernador del Cesar, Lucas Gnecco Cerchar, condenado por corrupción sigue con tranquilidad su actividad política.
- La senadora Maritza Martínez, que aspira nuevamente al Senado, logró su candidatura con el poder de su esposo, quien fue inhabilitado por supuesta corrupción mientras fue gobernador del Meta.
- El partido Cambio Radical ha avalado la candidatura de 41 congresistas investigados por nexos con bandas criminales, de los cuales 19 han sido condenados. No solo eso, según Jorge Eduardo Espinosa "la Procuraduría entre 2012 y 2015, se ha impuesto 349 sanciones a miembros del partido, y ha sancionado a 41 personas de sus cargos".
Ver también: Políticos con prontuario que siguen conquistando votos
Podríamos citar muchísimos más debido a la autoridad moral del dinero en la actividad política de Colombia...
Esta breve reflexión se origina en el ambiente electoral que se regirá por la cantidad de dinero en los bolsillos, y muy pocos casos se dará en base de ideas o planteamientos argumentativos. Y a manera de conclusión, el Estado colombiano en el ejercicio de su democracia siempre pasará a manos de esferas privadas, y sus individuos se reducirán también a ser miembro de una sociedad burguesa, o a un individuo egoísta e independiente que aspirará al poder mediante el poder del dinero.