La bancada robusta del Partido de la U, especialmente en el senado, es la carta que se juega Dilian Francisca Toro, exgobernadora del Valle y presidente de la colectividad, para presionar nombramientos en tres entidades de peso. La dirigente política se mueve en dos pistas: por un lado el fortalecimiento de su partido y su aspiración personal para lograr consolidar su aspiración presidencial y requiere para ambos propósitos burocracia y recursos.
Dilian Francisca Toro, hábil política de vieja data, sabe como funcional el garrote y la zanahoria y pisa duro y se mueve con fluidez en el alto gobierno gracias el aval del Ministro del interior Daniel Palacios, quien necesita de la U para la gobernabilidad de un presidente débil con el sol a las espaldas en la recta final de su mandato. La presión de la exgobernadora del Valle está focalizada la superintendencia de Notariado y Registro, la de Subsidio familiar y la Escuela de administración pública, pero ha conseguido también nombramientos en el propio Ministerio del interior.
La oportunidad de reemplazar a Aurelio Iragorri, quien renuncio a dirigir el Partido que llevó a Juan Manuel Santos a la presidencia, después de haber sobrevivido al Covid que se llevó a su padre el senador Aurelio Iragorri Hormaza, se le sirvió como anillo al dedo la exgobernadora del Valle quien había iniciado a construir su aspiración presidencial. Un poder que ha sabido aprovechar muy bien.
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