A Miguel Camilo Parra le gustaban las hachas, eran su pasión. Las coleccionaba y las exhibía en su cuenta de Instagram. Estaba orgulloso de ellas. Usó una de sus "nenas", como las llamaba, para pagarle siete veces a su pareja, Ángela del Pilar Ferro, en la cabeza. Lo hizo delante de su hijo. El niño de 10 años llamó a urgencias y gracias a la rapidez con la que respondieron le pudieron salvar la vida.
Uno de los policías que la encontró le contó a Caracol el estado de salud en el que estaba la mujer. “En todo momento ella me trataba de perder el conocimiento. Yo le daba mucho apoyo, le decía que tenía que salir adelante, que Dios le tenía muchas cosas, que no podía dejar ese niño solo, que él la estaba esperando y que tenía que tener mucha fuerza, que tenía que aguantar y ser muy valiente”
Durante 10 días Miguel Camilo Parra fue uno de los hombres más buscados del país. Lo vinieron a encontrar en un bosque en Fusagasuga. Había usado casas de amigos y de familiares hasta que pudo llegar a una cabaña abandonada en un bosque en esa ciudad. Se había cortado el pelo y afeitado la barba para que no lo encontraran. En días pasados había emitido un comunicado en donde se disculpaba con su pareja por lo que hizo. Ahora lo encontraron y sufrirá el peso de la ley.