El tema ha sido y es la crisis de Viva Air. Se calculan que más de 1 millón de personas se quedó con el tiquete comprado. La aerolínea, faltando horas para que sus aviones quedaran para siempre en tierra, seguía vendiendo tiquetes. Se cuentan en miles las personas que están atrapadas en diversos aeropuertos de Colombia y también de diversas partes de Latinoamérica. En Sao Paulo quedó la tripulación varada y hasta hoy tenían derecho a quedarse dentro de un hotel. En San Andrés hay 372 pasajeros. El caso de ellos es más angustioso. Al menos los que están dentro de la plataforma continental tienen, como única opción, viajar por tierra, ¿Cómo carajos lo harán los que están en una isla?
Gracias a la gestión de la Procuraduría General de la Nación se envió un vuelo humanitario que llegará la noche del miércoles 1 de marzo a la isla. Se llevará 180 de los 372 pasajeros atrapados. La otra ecuación que intentará resolver la Procuraduría, quien ha tomado cartas en el asunto, es la de hacer un plan para que cerca de 2.000 san andresanos, que están fuera de la isla, retornen a ella. El drama de Viva Air apenas comienza.