Hace un mes no había un jugador más devaluado en Europa que James Rodríguez. El Real Madrid lo quería vender a toda costa. Zidane, en todos los tonos, expresaba el desinterés que le generaba el futbolista colombiano. Jorge Méndes, su representante, movía los hilos del periodismo europeo, entonces se dejaban escapar rumores tan incomprobables como el interés que tendrían el Milán, el PSG o el Atlético por él. El único equipo que hizo una oferta formal fue el Napoles de Ancelotti. Sin embargo no querían comprar su pase, solo les interesaba un préstamo. A James no le quedó de otra que quedarse en el Real Madrid.
Los comentarios en Colombia hace unas semanas eran terribles. Incluso el exmédico de la selección Héctor Fabio Cruz se atrevió a insinuar que las constantes lesiones de James tendrían que ver con su falta de disciplina. Incluso cuestionó su entrenamiento en la pretemporada. Pero si existe una persona disciplinada esta es James Rodriguez. Con un grupo de 10 preparadores físicos estuvo en Miami, Medellin y luego Madrid justo después de terminar su participación en la Copa América.
Físicamente sorprendió en los primeros entrenamientos con Zidane. No solo era su zurda, siempre prodigiosa, sino la actitud. James se vaceaba en cada entrenamiento. Era un obrero que recorría la cancha. Además decidió tomar el toro por los cuernos. Cuentan que abordó al técnico francés en privado, con ayuda de Sergio Ramos, amo y señor del vestuario del Madrid. Tuvieron una reunión después de un entrenamiento y James le prometió despliegue y trabajo. Su oportunidad llegaría en el primer partido contra el Valladolid. James fue inicialista después de dos años y solo una pequeña lesión en el sóleo impidió que fuera una de las figuras de la cancha.
Una de las cosas que más molestaba a Zidane de James era la devoción que sentía hacia la Selección Colombia. Es que cada vez que había un llamado, así fuera en un amistoso, James salía corriendo. El cucuteño ha tenido las mejores actuaciones de su carrera con la camiseta amarilla. Pero ahora James quiere sobreponer todo para ser un ídolo en Bernabeu. En los pasillos de la sede deportiva murmuran que la lesión del sóleo fue exagerado solo para quedarse en Madrid y trabajar mientras todos iban a cumplir con sus selecciones. Por eso, en la carrera por la titularidad, el colombiano le está ganando el pulso a dos super jugadores, Eden Hazard, quien fue comprado por más de 100 millones de dólares, y Luka Modric, cerebro del equipo quien está lesionado.
Ahora Hazard ha regresado pero Zidane confía en James. La afición también. Después del partido contra el Levante, en donde James fue una de las figuras, los exigentes hinchas salieron afirmando que la mejor contratación del año era sin duda el regreso del colombiano. Por eso Zidane lleva a Paris a James Rodriguez como el arma secreta que le podría dar al Madrid su primer triunfo en la Champions 2018-2019.