En la campaña presidencial escuchamos y leímos multitud de argumentos en favor y en contra de continuar con la política extractiva de la locomotora minero-energética, usando comparaciones francamente mediocres y pendencieras (en referencia al aguacate Hass).
Muchos critican la posición de Petro en campaña sobre este tema particular, yo por otro lado crítico a aquellos que se atrevieron a formular semejante comparación que luego el candidato de la Colombia Humana aprovecho hábilmente para presentar a los del otro bando como unos ignorantes, aunque se tardaron un poco en percatarse de ello.
De esta confrontación, pude reparar que la ilustración del candidato Petro es más avezada y profunda, por las razones que expongo a continuación:
- El sector de los insumos de las energías renovables experimenta desde hace dos años un enorme descuento en los precios finales a consumidor que está permitiendo pensar seriamente en el autoconsumo; es tal la producción de estos insumos que ya hay países que son capaces de generar toda la demanda energética con energías renovables.
- La investigación en este sector ha podido encontrar mejores maneras de fabricar estos insumos a unos costos más bajos, situación que definitivamente favorece la implementación a un coste más bajo para los hogares y las industrias.
- Al tener menor coste se obtiene el punto de equilibrio en tiempos más cercanos, es decir, amortización completa de compra más cercana, esto sin decir que el coste de mantenimiento es muchísimo menor en comparación con la red electrificada usual.
- La investigación del campo avanza a nos pasos gigantescos, tanto así que ya se habla de mejoras sustanciales de la tecnología, que permitiría entre otras que cualquier superficie en contacto con la luz, pueda generar energía, inclusive la ropa.
Las baterías, el segmento homologo necesario, también está en un auge de increíble desarrollo. En este campo el dato clave es la densidad de energía, es decir, la capacidad de una batería de retener energía por unidad de peso. Entre menor peso y más energía retenida se habla de mayor densidad y mayor eficiencia. Para los ingenieros y personas afectas a la tecnología, no hace falta presentar a Elon Musk, ingeniero y creador de compañías como Space X, Paypal, Tesla, entre otras; este Tony Stark de la vida real, hizo un anuncio hace poco tiempo que enloqueció a conocedores y extraños en donde anunció la capacidad de su compañía de fabricar baterías por menos de 100 $/Kwh, continuando con las razones:
- Se avanza también la investigación y la producción en baterías más eficientes y económicas, encontrando nuevos materiales y nuevas formas de retener mayor energía en menor masa.
- Ya la producción de autos eléctricos despegó, es un hecho; compañías como Tesla ya son capaces de producir más de 5000 unidades a la semana, es decir, 260 mil unidades anuales, y con planes de tener fábricas con capacidad de más de 500 mil unidades anuales, esto sin contar con gigantes como Renault, Toyota, Hyunday, que también están haciendo lo propio.
Estas razones son solo algunas de otras tantas que argumentan el título del artículo: el petróleo está de salida. Ahora el combustible que mueve al mundo no es petróleo, es más bien el sol (principal responsable de las reservas fósiles). Los datos son apabullantes, cerca de la mitad de un barril de petróleo se refina para obtener carburantes (acpm y gasolina), la cual provee de energía de los 1500 millones de autos en el planeta o 12.6 millones de Colombia o cerca de los 900 mil de la ciudad de Bogotá. Es decir, extraemos petróleo para producir carburantes para motores, ahí está el negocio.
No obstante, con las nuevas tecnologías eléctricas, con la masiva electrificación del sector automotor, con la enorme producción de millones de autos que se avecina, y con los menores costes de mantenimiento de estos autos (que no tienen motor convencional) porque son más fiables y duraderos en el tiempo, ¿qué vamos hacer?
Puede que el candidato Petro haya usado una comparación exagerada con el aguacate, yo comparto esa opinión, pero este señor ha señalado algo que, según este humilde análisis, es tan cierto, que francamente es muy vergonsoso que los demás candidatos, que hablan de desarrollo, no hayan despertado ante semejante Godzilla que se avecina.
Por tales razones, para aquellos que leen estas humildes líneas, y aclarando que no persigo a ningun candidato, ya es hora de repensar todo el modelo energético, de repensar los ingresos del petróleo, porque a lo sumo en 5 años veremos precios irrisorios en el barril del petróleo cuando ya no se requieran tantos barriles para producir toda esa gasolina que hoy consume el mundo. Eso es exactamente igual a lo que sucedió a principios de siglo 20 con la electrificación de los hogares, cosa que tuvo mucha resistencia en la época pero que terminó imponiéndose, o ejemplos tan sencillos y concreto para aquellos mayores de 35 como por qué Sony no inventó el Iphone si eran los reyes del walkman, respuesta que sin ninguna duda reside en la terquedad de hombres que no reconocen que una idea es mejor que otra.
Mi esperanza está en que lo podamos notar a tiempo.