La grabación, en la que el ex senador Eduardo Pulgar supuestamente sobornar al juez Andrés Rodríguez Gaez para beneficiar a sus amigos, es la prueba más sólida que hoy reposa en la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría en su contra. No en vano su defensa está enfocada en demostrar que el audio, que fue revelado por el mismo Rodríguez, fue manipulado y para eso contrató al estadounidense Douglas S. Lacey, un ex agente del FBI, para que le ayude a demostrar su inocencia.
Fue por recomendación del penalista Jaime Granados, el abogado de Pulgar, que Lacey resultó en el caso. Con su compañía BEK TEK el ex agente del FBI ha analizado grabaciones de voz, videos e imágenes digitales para resolver investigaciones. Entre los más conocidos está el caso Clinton-Lewinsky y la recuperación de los datos de voz de la cabina del vuelo 93 de United Airlines de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Su veredicto será clave pues la Procuraduría colombiana no cuenta con un software que permita establecer si hubo manipulación.
Pero Pulgar no es el único que ha tenido reparos con el audio, que es la prueba reina de su proceso. El magistrado de la Corte Suprema de Justicia Francisco Javier Farfán salvó su voto al momento de dictar la orden de captura contra el exsenador, pues consideraba que las grabaciones se habían obtenido de forma ilícita. El 25 de enero, tras varias cancelaciones, la recién posesionada procuradora Cabello, quien ha sido criticada por su cercanía a Pulgar, deberá iniciar las audiencias y dar su parte sobre el caso:
Este fue el salvamento de voto de Farfán:
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