En el castellano la palabra pero cumple varias funciones. La más común de ellas es la de conjunción adversativa. Lo de conjunción se refiere a que sirve para unir dos frases y lo de adversativa significa que precede a un postulado que se contrapone al primero.
"Tengo muchos deseos de viajar, pero el lunes tengo examen".
La oración "el lunes tengo examen" no hace otra cosa que oponerse, contradecir y, en gran medida, anular la oración "Tengo muchos deseos de viajar". Si se dice "la fiesta estuvo buena, pero la comida fue un desastre", lo que se anuncia con la segunda frase es que hay al menos una razón por la que la fiesta no estuvo buena, como lo afirmaba el primer postulado.
El pero de la palabra pero es que a continuación de ella aparece la verdadera postura del hablante (o del escritor), con total independencia de lo dicho en la frase que le antecede.
El pastor cristiano Pat Robertson, acostumbrado a encumbrarse en el listado de los cretinos, dijo la semana pasada que no aprobaba al asesinato, pero que el tiroteo en Orlando era "un castigo de Dios". Es decir —y el pero lo hace evidente— que, como ya todos lo sabíamos, el pastor que dice no aprobar los asesinatos celebra algunos asesinatos con vítores y aleluyas. Álvaro Uribe dice: "Queremos la paz, pero bajo nuestros parámetros". Es decir que, de una forma o de otra, no quiere la paz. El Papa Francisco (y miles de personas más) dijeron en su momento: "No aprobamos los ataques al semanario Charlie Hebdo, pero insultaron al islam.". O sea que, en mayor o menor medida, pero de forma inocultable, sí los aprobaron.
El pero del pero es que muestra a la perfección lo que realmente se piensa,
en especial cuando se pronuncia o se escribe
a continuación de una frase políticamente correcta
El pero del pero es que muestra a la perfección lo que realmente se piensa, en especial cuando se pronuncia o se escribe a continuación de una frase políticamente correcta. Basta recorrer las redes sociales para acceder a una lista extensa y reveladora.
"Estoy de acuerdo con la igualdad de derechos de los homosexuales, pero no deberían exhibir su afecto en espacios públicos"."No es que acepte la violación de una mujer, pero quién la manda a vestirse así".
"Defiendo la libertad de prensa, pero no se deben irrespetar las creencias de los otros".
Es sencillo: el primero aprueba la discriminación, el segundo valida la violación y el tercero avala las limitaciones a la expresión.
Podemos posar de igualitarios o podemos hacernos los progresistas en las primeras frases de nuestras posturas, pero el pero del pero es una vez escrito o una vez pronunciado, abre la puerta a lo que realmente somos y a lo que realmente pensamos.