En cada emisión de su programa, El pulso del fútbol, Oscar Rentería Jiménez repite incesantemente lo mismo. Es un sirirí constante, como un aguacero en el Chocó. Es él denigrando de Reinaldo Rueda. Primero lo trató de fracasado porque su proyecto se interrumpió en Chile. En ese país la salida de Rueda del seleccionado, a pesar de su derrota en Venezuela, fue vista como una tragedia. Los jugadores lo querían y fue el único timonel capaz de salvar los trastos que habían quedado desordenados por culpa de Juan Antonio Pizzi. Rueda no fracasó en Chile, Rueda se fue de ese país porque quería venir el suyo a ayudarnos del desastre que dejó Carlos Queiroz.
Rentería lo ha venido criticando porque no trabaja. Una cosa, ¿Cómo se puede trabajar si todos los jugadores convocables están en Europa? Exigía microciclos pero ¿para qué? en la Liga Colombiana sólo habrán dos convocables, Campáz, Andrade, Borja, Vergara. No más. Además le está exigiendo a Reinaldo ganarle a Perú y a Argentina, si llega a tener resultados adversos seguro lo masacrará y pedirá su cabeza.
Toda la inquina es por algo personal. Desde que su yerno, Eduardo Niño, fue removido de su cargo de entrenador de arqueros de la selección, Rentería se volvió el principal crítico de la selección y su técnico. Niño cumplió a cabalidad su papel y con Pekerman pudo hacer un excelente trabajo. Nadie lo discute. Pero no puede ser que un despido de un familiar cambie por completo el estilo de abordar un tema como ha convertido su espacio en el Pulso del fútbol el señor Rentería.
Hasta su compañero en el programa, César Augusto Londoño, se ha molestado públicamente con la inquina. Hasta acusó a Reinaldo Rueda de ser un rosquero del Nacional porque llamó a Borja, que además juega en el Junior. Si, Miguel Borja fue su goleador mientras estuvo en el Nacional en la gloriosa campaña en el 2016. Es de humanos rodearse de la gente que uno mejor conoce. Y Borja-Rueda es uno de los tandem más fructíferos del fútbol nacional. La defensa torpe de James porque se agarró con Rueda lo deja muy mal parado. ¿Es justo jugarse el prestigio ganado en años por una rencilla personal?
Se que no es el mejor momento para fijarse en un partido de fútbol, pero sólo por ver aburrido a Rentería, ojalá Colombia le gane a Perú y a Argentina en la próxima fecha eliminatoria.
