Llaneros y no llaneros se deleitan con una historia real vivida por su protagonista, que cuenta con detalles los momentos más duros de la guerra.
Aquí un pequeño adelanto de su introducción:
"En un recinto minúsculo de luz inasible decorado con muebles justos, un escritorio en laminilla de cedro y sobre él un reloj grande, rojo, que punteaba ruidosamente los segundos, se encontró Berta refiriendo estas memorias que emprendió con la jácara del perdón a las ánimas. Bajo un óleo de paisaje montañoso, sombrío, de colores otoñales, dos cuadros negros contradictorios con inscripciones indescifrables; uno árabe, otro judío, un portarretratos que reavivaba momentos, inclinó la cabeza, reposó las uñas en los dientes y con su característico brío idealista pausó su tiempo de pericias reiteradas y extensas al compás de un relato que deambuló su felicidad siendo niña, la catástrofe, adolescente y el desarrollo espiritual, adulta.
Oriunda de Moreno, un poblado llanero que desapareció en la Violencia y cuyos habitantes, junto a otros de diferentes veredas, caseríos y regiones, fundaron Paz de Ariporo, en el departamento de Casanare, conforma el minúsculo grupo de natales veteranos, sobrevivientes a la tragedia y relata sus vivencias que van del destrozo a la reaparición, en medio de la ilusión.
No todo fue júbilo, tampoco nostalgia. Los aromas y la calidez de su terruño y su gente embalsamaron los recuerdos de amor y los momentos de afecto y perseverancia y al igual que su vida enigmática, brillaron sus ojos, yendo de la risa al llanto y finalmente a la serenidad que brinda la experiencia. La historia de Berta lega un ejemplo de superación siendo profeta en su tierra, tras ser botín de la dureza del destino en una época misógina y segregacionista.
En una existencia ordinaria, ella que es extraordinaria, convirtió lo mundano en fascinación y serena y agitada me dejó circular en su mundo para hacer este relato de progreso, empoderamiento femenino, emprendimiento, inspiración, perdón y crecimiento espiritual, cuando una mañana al despertar me contó un sueño fiel a su realidad.
El perdón a las ánimas es su historia y la de Colombia, donde no cesan los desplazamientos forzados a manos de grupos que convierten la población en blanco de sus acciones. La del mundo, donde no detiene la mujer su lucha incansable por su lugar sin discriminaciones. La de quebranto y renacimiento que confía en la esperanza.
El perdón a las ánimas es una narración que inicia con la felicidad de una niña, que escuchando los cuentos de su abuela desarrolla su imaginación, personalidad y deseo de superación, estancados por la guerra, ausencia de instituciones educativas, condiciones geográficas y la muerte súbita de su madre que desató una cruenta rapiña por la herencia, viéndose obligada, siendo menor de edad, al cuidado de sus pequeñas hermanas. Es una narración irónica que lleva de la risa al llanto y que cambia de estado de ánimo, como en segundos cambia la vida.
Cuando incendiaron Moreno y fueron obligados a huir al monte, Berta tenía nueve años. Cuatro después inició la fundación de Paz de Ariporo, en febrero de 1953, siendo una adolescente de catorce, lo cual le permite detallar sin equivocaciones lo acontecido. En la historia de la protagonista se verán reflejados quienes sobrevivieron el mismo momento.
El lapso histórico en que ocurren los hechos contextualiza el rol de la mujer en la época, la tradición, las costumbres de Moreno, de Paz de Ariporo en sus inicios, la alegría de su gente, el folclor y las prácticas. Es una crítica a muchos aspectos de nuestra sociedad. A través de su vida escenifica las tradiciones y describe los escenarios de una cultura salvada en el orgullo de una raza bravía sinigual en Colombia. Berta las mantiene en su memoria, las experimentó y recorrió en sus calles, aromas y colores y las revela en su vida íntima, con la cual se identifican, no solo quienes vivieron la misma tragedia, sino los maltratados, abusados, por una sociedad que despierta su instinto salvaje ante indefensos cuyo único error es un fatídico destino".
Su autora, Diana Claudine Flórez, prepara una segunda edición mucho más internacional, sin perder la esencia del libro: la tradición llanera.
